Protección solar infrarroja, ¿marketing o realidad? Reforzando la fotoprotección

Todos los que nos fijamos en los protectores solares hemos advertido que desde hace unos años se va extendiendo el reclamo de protección contra la radiación infrarroja. Es algo en lo que supuestamente fue pionera Lancaster y enseguida fue promoviéndose en los solares de dermofarmacia sobre todo. Ya ha llegado a los solares de gran consumo y por ejemplo en 2017 Delial de Garnier anuncia este tipo de protección en sus renovados solares.

El espectro electromagnético (ver el espectro electromagnético y la penetración de la piel) es un término utilizado por los científicos para describir el rango de luz dispuesta de acuerdo a la frecuencia y la longitud de onda. Podemos utilizar esta herramienta para ver cómo los diversos tipos de luz que estamos expuestos a cada día afectan nuestra piel sobre la base de cuán profundamente penetra la luz, y con cuánta fuerza.

Añadir leyenda

Pero, ¿la protección infrarroja es una realidad o tiene mucho de marketing? La radiación infrarroja también la podemos dividir en tres zonas: IR-A, IR-B e IR-C. La IR-A es la radiación más cercana al color rojo, y es la que se publicita como nociva para la piel y de la que estos productos dicen protegernos. Se ha demostrado que exclusivamente la radiación IR-A es capaz de penetrar en la piel hasta la hipodermis.

A día de hoy no existe ningún filtro solar que impida el paso de la radiación IR-A. Entonces ¿cómo es posible que existan productos solares que anuncien protección contra esta radiación? Lo que se publicita como tal no es un filtro ni pantalla frente a esta radiación, sino que se trata de una mezcla de antioxidantes que han demostrado minimizar el estrés oxidativo. "IR-A parece inducir la formación de radicales libres y penetrar en la piel, causando daños que potencialmente pueden conducir al envejecimiento de la piel. Las cremas solares tradicionales generalmente no tienen protección IR-A ", dice el Dr. Anjali Mahto, de la British. Si bien el debate sobre si son tan perjudiciales, o realmente perjudiciales estos rayos, sigue siendo tema de debate sin cerrar del todo en la literatura médica actual. Y lo cierto es que evitar o combatir toda radiación infrarroja es quizás absurdo puesto que más allá del Sol está en los baños de calor que usan infrarrojos por ejemplo (los cuales son terapéuticos).

Estos antioxidantes son esencialmente vitaminas y precursores de estas vitaminas, que normalmente se agregan a la fórmula en forma de acetatos y palmitatos. Estas vitaminas y precursores ya formaban parte de la fórmula de muchos productos convencionales que no publicitan su eficacia contra la radiación infrarroja. La razón es que la radiación ultravioleta, que es más energética, también produce estrés oxidativo y radicales libres, así que es lógico que estos productos cuenten con ingredientes que lo neutralicen exista o no o perjudique o no la radiación IR-A.

En resumidas cuentas lo del filtro infrarrojos tiene parte de verdad y parte de marketing. No se trata más que de antioxidantes. Pero un buen solar ya debía incluir algún antioxidante. Aparte de esto,  si uno quiere una protección solar ideal debería plantearse al tomar el Sol productos antioxidantes como serums o brumas faciales que refuercen el fotoprotector.

Por ejemplo, algunas opciones perfectas y que suelo añadir en mi rutina fotoprotectora serían (para usar antes/durante la exposición solar tras el fotoprotector o antes de o junto a en el caso de serums):

UV Incellium de Estherderm

Repaskin Spray de Sesderma

Resist Antioxidant Light Serum de Paulas Choice

En otra ocasión podemos hablar de cómo reforzar la fotoprotección con suplementos nutricionales pero ésa es otra cuestión.