My Cream de Isabel Preysler, ella no la usaría

Apodada por algunos medios como una de las 'reinas' de la belleza en nuestro país, Isabel Preysler finalmente tiene lo que algunos analistas y periodistas llevaban tiempo echando de menos en el mercado: la propia crema de Preysler, como si aún hubiera pocas. 

Lo primero que puede llamar la atención de esta crema es un precio que podríamos definir como moderado, en concreto algo menos de 50 euros. Y digo que puede llamar la atención teniendo en cuenta el universo de desmedidos precios en el que siempre se ha congratulado de vivir la protagonista que da nombre a la crema. 

Bien mirado, un precio superior a éste habría sido insultante. Incluso, me atrevo a decir, que sigue siendo elevado para lo que ofrece a cambio. ¿Qué se esconde dentro de la crema de Isabel Preysler? Pues una crema hidratante con elevado contenido de perfume y protección solar. Extrañamente, aunque contiene filtros UVA y UVB, en ningún lugar aparece el índice de protección que aporta. 

Y aquí viene un problema con algo de lo poco que podríamos resaltar favorablemente: tiene algún ácido, cuyo sentido se escapa a mi mente en un producto con protección solar. ¿Por qué? Porque los ácidos necesitan un pH ácido, pero los filtros solares necesitan un pH mucho más básico para ser estables. ¿Qué es entonces lo que no funciona correctamente aquí, los ácidos o la protección solar? Mi apuesta es que lo que no funcionan aquí son los ácidos. 

También podrán decirnos que tiene células madre de argán. Bueno, sí, en el último rincón posible casi de la fórmula. Que tenga extracto de sauce y bisabolol ambos anti-irritantes nadie puede decirque esté mal, pero tampoco nadie puede afirmar que sea algo siquiera reseñable hoy en día en un cosmético. Un extracto de regaliz puede ser algo más destacable, y de aquí suponemos viene el llamado efecto 'iluminación'. Bueno.

¿Es en suma un mal producto? Quitando un derivado de la menta, no podría decir que hay ingredientes en una dosis perjudicial o negativa para la fórmula. Pero, desde luego, dista mucho ,muchísimo, de ser una crema mínimamente buena. 

Como mucho, es una crema pasable. Y siendo más realista, una crema más bien mediocre para casi 50 euros de precio. 

Otra apuesta que hago: Isabel Preysler no usaría esta crema. Tampoco hay razones para que lo hagamos los demás. 

Ingredientes

Aqua. Ethyihexyl Methoxycinnamate, Cydopentasiloxane. Qyceryl Stearate SE, Caprylic/Capric Triglyceride, PEG-100 Stearate, Cetyl Alcohol. Prunus Amygdalus Dulcís Oil. Isopropyl Isostearate, Butyl Methoxydibenzoylmethane, Octocrylene, Octadecenedioic Acid, Methyl Glucose Sesquistearate, Glycerin, Paraffin. Phenoxyethanol. Parfum, Imidazolidinyl Urea, Dimethiconol, Dimethicone/vinyl Dimethicone Crosspolymer; Dimethicone Crosspolymer, Dimethicone.Triethanolamine, Disodium EDTA, Acrylates/C 10-30 Alkyl Acrylate Crosspolymer; Ammonium Glycyrrhizate, Copemicia Cerífera Cera, Isomalt Ethylhexylglycerin, Potassium Sórbate, BHT, Synthetic Wax, Benzyl Salicylate. Sodium Hyaluronate. Citronellol, Limonene, Linalool, Geraniol, Hydoroxyisohexyl 3- Cydohexene Carboxaldehyde, Benzyl Benzoate, Diacetyl Boldine, Hexylcinnamal, Lecithin. Argania Spinosa Sprout Cell Extract Sodium Benzoate, Citral, Cl 7789, Lactic Acid, Cl 77861.