La gratitud puede combatir el envejecimiento

Llevar una vida nutricionalmente y físicamente sana es, todo lo sabemos, fundamental para combatir los problemas del envejecimiento. Pero todos intuimos que también esto es válido para los aspectos emocionales de nuestra vida. 

Aunque suene curioso o extraño, cuando tomamos tiempo para apreciar las cosas buenas que tiene nuestra vida y practicar la gratitud, tienen lugar cambios favorables en nuestra fisiología. Por ejemplo, se incrementa la producción de la hormona DHEA y se equilibra nuestro ritmo cardíaco. 

Igualmente se reduce la ansiedad, el estrés e incluso el insomnio. Un estudio llevado a cabo hace años en un instituto naval de California ha descubierto que un programa de control emocional puede reducir la hormona del estrés cortisol mientras se aumenta la DHEA. 

Fueron 45 los participantes del estudio donde se les midió las hormonas cortisol y DHEA y se les sometió a diversos cuestionarios psicológicos. Los individuos fueron evaluados al comienzo y cuatro semanas después de practicar la apreciación y gratitud. 

Los autores del estudio afirmaron que "el grupo experimental tuvo incrementos significativos en las escalas de afecto positivo de la Atención a personas y energía y reducciones significativas de afectos negativos como Culpa, Hostilidad, Ansiedad, Estrés. En concreto hubo una reducción del 23% de cortisol y un 100% incremento de DHEA en el grupo experimental".