Las causas de las arrugas

Piel Joven versus Piel envejecida

A la hora de hablar de belleza, parece que cuando tenemos que mencionar una preocupación universal las arrugas son un firme candidato a ser las primeras en ser mencionadas o nombradas. Cómo se generan las arrugas no es tan sencillo, o quizás sí. Depende de cómo lo miremos, pero en cualquier caso es cierto que los eventos que acaban causando las arrugas son múltiples. Esto es, las arrugas no son algo monocausal.

El envejecimiento provoca que las células de la epidermis se vuelvan más finas y menos consistentes y esto hace en primer lugar que la piel vaya perdiendo su capacidad para retener la hidratación. A nivel algo más profundo en la piel, el colágeno y la elastina se ven comprometidas en su producción así que la piel pierde su suavidad y firmeza, por lo que las arrugas y la flacidez acaban siendo una consecuencia natural. Aún más profundamente, la piel pierde células grasas que de nuevo contribuyen a que la piel pierda menos consistencia y lustre.

Pero si tuviéramos que citar o enumerar las causas que provocan las arrugas tendríamos que quedarnos básicamente con: 

- Daño solar: El daño causado por la radiación UV agrede nuestro colágeno y elastina. Pensemos por qué las arrugas salen antes en la cara o las manos que en los glúteos o abdomen. Porque unas partes se ven expuestas a diario al Sol, otras no.

- Expresiones faciales: Cuando doblamos un papel muchas veces sabemos lo que sucede. Cuando una línea de expresión se produce constantamente al final es imposible alisarla de manera espontánea. Esto explica por qué tenemos más arrugas en la frente, los ojos o las comisuras que en otras zonas del rostro.

- Color de piel: a pigmentación cutánea juega un rol protector, así que las pieles más claras tienen menos defensas naturales frente al Sol. Por eso las pieles negras en parte se arrugan más tarde y menos. 

- Genética: Como en muchas otras cuestiones de salud, nuestros genes no son iguales que los de nuestro vecino. Aparte del color de piel, lo que gesticulemos o lo que estemos o no agredidos por el Sol, los genes juegan un papel fundamental también. Por eso los descendientes de personas cuya piel envejece naturalmente bien -o lentamente- tienen esta parte que agradecer.