La crema del Lidl elegida por la OCU, ¿qué hay detrás de ella?

Detrás de ella o, más propiamente, dentro de ella. En Facebook comenté que me producía una enorme pereza revisar esta fórmula elegida por la OCU como la mejor crema antiarrugas porque revisar esta fórmula es cualquier cosa menos algo gratificante. Por cierto, que lo de 'mejor crema antiarrugas' es un título de dudosa correspondencia tras analizar tachán tachán 14 cremas, que como todos sabemos es casi la totalidad del mercado de cremas en este país. 

En fin, vayamos al asunto. Esta crema se presume de día porque tiene dióxido de titanio en nanocápsulas que actúa como pantalla solar. También tiene Tinosorb S como filtro solar. Esa parte bien. Pero a partir de ahí hay que hacer juegos de malabares periodísticos para cubrir el expediente con un comentario-revisión mínimamente detallado. ¿Por qué? Seamos francos, aquí hay poco que comentar y lo que hay es casi despreciable en su dosis. Por ejemplo, esta crema se anuncia como un producto de Q10. Y el Q10 está en el tercio final de la fórmula. El coleus forskoli que podría actuar como antibacteriano y mantenedor de la integridad cutánea está penúltimo y el alga chlorela también al final prácticamente. Los parabenos deambulan a mitad de la fórmula, una presencia excesiva. Y sin duda esta fórmula no está carente de perfume. Si lo habitual es que esté al final o muy al final, aquí está en el primer cuarto de ingredientes más presentes. Injustificable. 

Y referente a los conservantes, si los parabenos están a la mitad de la fórmula como dije, el fenoxietanol está bastante al comienzo. Algo de nuevo injustificable. 

Nadie debería sorprenderse de que este producto cueste menos de 4 euros. Es cierto, como tantas veces he dicho, que la buena cosmética no tiene que ser cara. Conociendo aproximadamente como conozco los costes de producción que tienen los ingredientes cosméticos, con 4 euros y un margen de rentabilidad no es fácil hacer una crema extraodinariamente brillante y puntera. Pero, honestamente, con 4 euros podemos hacer mucho más que esto. 

Y poco más hay que decir. Pues no merece comentario ninguno la glicerina, siliconas, mantecas, alantoína, alcoholes grasos o ésteres, emolientes varios....zzzz y toda la panoplia de rellenos que están muy lejos de poder ser calificados de principios activos. 

Aparte de todo esto, uno se lleva de regalo una bonita caja amarilla reciclable.