¿Por qué los antidepresivos son poco efectivos?

La depresión es un serio problema. Tanto en términos de salud personal como en términos estadísticos: la OMS estima que en unos 20 años será el problema de salud más extendido al menos en el mundo desarrollado. Como era de imaginar, para tal efecto la industria farmacéutica despliega algunos de sus remedios en el top ten de ventas: los antidepresivos. Sin embargo hay un hecho que debe hacernos pensar: menos de la mitad de los pacientes con antidepresivos ya no sólo se 'curan', sino que simplemente mejoran. 

Y esto es un hecho que debe chocarnos pues, al fin y al cabo, estamos hablando de remedios que son la estrategia número uno de psiquiatras frente a la depresión y que acumulan ventas billonarias. 

La cuestión es, ¿por qué son poco efectivos los antidepresivos? Podemos hablar de 2 motivos que lo explican: 

1.- Cuando nos hablan de los antidepresivos para mejorar nuestros niveles de la llamada hormona de la felicidad (la serotonina) podemos pensar que estos medicamentos mejoran la producción de esta hormona. Pero nos equivocaremos si pensamos así, ya que simplemente lo que hacen es pevenir que la serotonina sea eliminada por la llamada hendidura sináptica. Es decir, si tenemos baja producción de serotonina estos fármacos nos van a dejar con la misma serotonina baja. 

2.- El otro hecho es algo relacionado con la naturaleza de gran parte de los medicamentos: tienen una acción ultraespecífica. La depresión es si cabe de especial complejidad y un problema en el que más de un neurotransmisor (la serotonina actúa como neurotransmisor) está involucrado. Intentar combatir la depresión apuntando a uno y sólo un mecanismo ultraespecífico del organismo (o a uno y sólo un gen como hacen otros fármacos) es en gran parte como apuntar a una diana: es probable que el tiro no vaya a donde se necesite más o, sobre todo, que necesitemos apuntar a diversos objetivos a la vez y un solo dardo-fármaco sea inútil. 

Una ventaja de muchos compuestos naturales frente a los fármacos diseñados con acciones ultraespecíficas es que ejercen múltiples acciones a la vez en el organismo. 

Compuestos naturales frente a la depresión

- Omega 3: Como sabemos, el Omega 3 es alimento para el cerebro en muchos sentidos. Estudios del Dr Conklin muestran que una dieta rica en Omega 3 puede ejercer cambios favorables en el cerebro que afecten a nuestras emociones. Un mayor consumo de Omega 3 parece producir un mayor volumen cerebral en el córtex del cíngulo anterior, un área que regula emociones y la depresión según se cree. El Dr Conklin llegó a afirmar que "nuestros resultados sugieren que grasas específicas, y no cualquier grasa, podría conferir un efecto protector contra la depresión y otros problemas emocionales". También sabemos que los Omega 3 son la grasa antiinflamatoria por excelencia. Hace tiempo hablé precisamente de considerar la depresión desde una nueva perspectiva: una enfermedad inflamatoria.

- Vitamina D3: La vitamina D es la vitamina que más cae en niveles cuando más deprimidos estamos, en invierno. Pero esto es una mera asociación. Buscando relaciones de causa-efecto, usando la vitamina D en mujeres diabéticas se halló casi por casualidad que cuando éstas tenían depresión mejoraban de sus síntomas cuando suplementaban vitamina D. También sabemos mucho más recientemente que hay receptores del cerebro que reconocen la vitamina D y que están relacionados con la depresión.