Los malos multivitamínicos producen malos resultados

La historia se repite sin cesar. Publíquese un estudio científico cuyas conclusiones sean abiertamente negativas para un suplemento nutricional y allí en tropel que se concitan titulares de la gran prensa. En este caso, nada menos que por ejemplo El País tituló: "Estudios prueban la inutilidad de suplementos vitamínicos".

Queda por descontado que titulares como éste nunca van acompañados de lecturas críticas del estudio en cuestión. De ser así, el titular periodísticamente objetivo vendría a ser algo parecido a lo que he titulado: "Los malos suplementos producen malos resultados". 

Yendo al grano, se trata de una muy reciente publicación del Annals of Internal Medicine que consiste en dos estudios acompañados de un editorial donde poco menos que se afirma que si uno consume multivitamínicos es tonto. Para resumir, citaré los monumentales errores de uno de ambos estudios (los sesgos del otro no son muy distintos). Los fallos que expongo a continuación son comprobables y hasta un niño de 10 años vería que es absurdo publicar un estudio así hecho. 

La referencia del primer estudio la encontramos aquí y su conclusión fue que los multivitamínicos no producen mejoras neuronales o de memoria. 

- Criterios de adherencia

Se exigió una adherencia de al menos dos tercios del tiempo. Lo cual significa que si uno estaba a lo largo de un año 4 meses enteros sin consumir el multivitamínico seguía considerándose que lo consumía. Dicho de otro modo, podía consumirlo 2 meses sí y otro no que seguía considerándose como pleno consumidor.

- Recolección de datos de adherencia

Aparte de lo anterior, sólo se preguntaba una vez al año a los participantes cuál era su adherencia en el consumo. Una vez al año, lo cual es un método muy pobre.

- Dosis muy bajas

Éste es el punto clave. Aunque la adherencia fuera absoluta al consumo del multivitamínico, lo que los participantes estaban consumiendo no valía para mucho. Hablamos de un multivitamínico con sólo 60 mg de vitamina C, 20 mg de selenio o 20 mcg de vitamina B12. Diría que mi multivitamínico habitual contiene unas 10 veces esa dosis (es decir, suelo suplementar en un día lo que estas personas estaban consumiendo en semana y media).

Los autores del estudio llegaron a reconocer, sotto voce supongo, que quizás "las dosis podrían ser demasiado bajas". Y digo sotto voce porque parece que no lo han leído o escuchado esos periodistas de la gran prensa. 

Es cierto que dije que sólo comentaría el primero de los dos estudios de esta revista que cuestiona los multivitamínicos. Pero no puedo resistirme, ¿quieres que te cuente un secreto? El segundo estudio -que concluyó que los multivitamínicos no aportan mejoras cardiovasculares y podemos ver aquí- fue abandonado por un 46% de participantes no se adhirió al consumo y otro 17% dejó el estudio, con lo que no lo concluyó ni una tercera parte.

Por si esto fuera poco, aquí hay más: los participantes del grupo que consumía el multivitamínico padecían en mucho mayor número diabetes desde el comienzo que el grupo que no lo consumía. Ello por no hablar de que ese multivitamínico tenía 100 (sí, cien) UI de vitamina D, algo que se lleva el viento. 

¿Merece la pena continuar? Yo creo que no. 

Los buenos suplementos producen buenos resultados igual que los malos suplementos producen malos resultados (Por ejemplo, hace un año un buen estudio con buenos multivitamínicos concluyó la reducción de mortalidad por cáncer en un 12% y de riesgo de ataque cardíaco un notable 39% tras una década de consumo). Esto, y no otra cosa, es lo que demuestran estos horrendos estudios.