Omega 3 frente al filón del sensacionalismo

Ganador sorteo del post anterior: Evita, por su comentario del 3 octubre a las 9:43 (mi mail david_europa@hotmail.com)

Yo ya no me extraño. Se publica un estudio no favorable a los ácidos grasos Omega 3 y los medios hacen hueco entre sus titulares. Llamar la atención parece que atrae atención y lectores, y está claro que malas palabras para los Omega 3 llaman la atención de un público que ya asumido cuán beneficiosos son. 

En esta ocasión, el estudio provenía de haber analizado los niveles de Omega 3 de algo más de 2.000 mujeres en EEUU  con deterioro neuronal y sus autores son de la Universidad de Iowa y de la Universidad de Dakota del Sur. Hay que tener en cuenta que estas mujeres fueron voluntarias de un programa de sustitución hormonal postmenopáusica durante 6 años, que se les midió en sangre los ácidos grasos Omega 3 al inicio del estudio y cada año recibieron tests diversos de memoria. Siendo resumidamente eso el estudio, ¿cuáles fueron sus limitaciones? Enumeremos: 

- Se trata de un estudio epidemiológico, no de un estudio clínico. Esto es fundamental ya que los estudios epidemiológicos no establecen ni pueden establecer (para eso están los estudios clínicos) relaciones de causa-efecto. En efecto, no había grupos de control ni grupos placebo en el estudio. 

- Pero lo más llamativo e incluso cuestionable de todo el estudio, es que ¡sólo se les hizo a estas mujeres un análisis de Omega 3 al comienzo del estudio! Durante los restantes 6 años del estudio, los tests de memoria nunca fueron acompañados de más análisis de Omega 3 en sangre. Absurdamente se debió pensar que esos niveles serían constantes. Es decir, como si una persona tiene pasados 2, 3, 4 y hasta 6 años los mismos niveles de Omega 3 o fuera siempre el mismo su consumo o no consumo de suplementos de Omega 3 o de pescado. O como si mi riesgo cardiovascular de hoy (o de lo que se quiera) puede tener correlaciones con una analítica mía de 2007. Pues aplíquese esta fútil idea a algo más de 2.000 mujeres. Ridículo, ¿verdad? Pues así hicieron este estudio. 

Incluso el propio autor del estudio, Eric Ammann, afirmó que "no recomiendo que la gente cambie su dieta basada en estos resultados". Además la evidencia en contra de este estudio y a favor de los Omega 3 para la memoria y función cognitiva es voluminosa (1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10) 

Nunca mejor dicho, me viene justo ahora a la memoria la portada del Life Extension Magazine de julio de 2010 que reproduzco al lado que encabezaba "Los Ácidos Grasos Omega 3 incrementan el volumen cerebral" y que daba entrada a un reportaje (aquí el original, aquí traducción automática a español) que revisaba los beneficios neuronales del Omega 3 a propósito de un estudio de 2007 que concluía que la materia gris de los adultos sanos está positivamente asociada con el consumo de Omega 3. Sólo hay que tener en cuenta que un 8% de los cerebros sanos están compuestos por ácidos grasos Omega 3. 

Al final hay una cosa que no puedo dejar de preguntarme. Y es por qué pierden a veces el tiempo haciendo estudios que no conducen a ningún lado más que a la confusión, la desinformación y además a sentar precedentes para estudios mal hechos y diseñados de partida.