5 agentes inmunitarios que tu médico no te contará

¿Te acecha una gripe o resfriado? No hace falta decir que en esta época es normal pues es cuando cae en picado nuestros niveles de vitamina D. Si ya sabemos que la vitamina D en dosis muy altas (tanto como 10.000 UI diarias durante algún que otro día) como terapia de ataque debería plantearse antes que otras cosas -como por ejemplo inflarse a vitamina C, que me parece mucho menos efectivo que la D-, éstas son otras consideraciones para mantener en combate nuestro sistema inmunitario de las que más que probablemente tu médico no te hablará: 

1.- Cimetidina o Tagamet: Este fármaco me es familiar desde pequeño porque mi padre lo consumía hace años para el ardor de estómago. Por suerte tiene un muy interesante 'efecto secundario' y es que estimula el sistema inmunitario inhibiendo actividades supresoras de las células inmunitarias T. Así, el Tagamet resulta efectivo contra diversos virus y contra el herpes.  La dosis debe ser sobre 800 mg diarios en el momento o días concretos que se necesite un impulso inmunitario, y como fármaco que es debe leerse su prospecto de contraindicaciones. 

2.- Ajo: Este remedio, por harto conocido no es menos efectivo. Si nuestro estómago lo soporta podemos hacernos con un suplemento de ajo alto alicina. También podemos optar por el extracto de ajo envejecido. 

3.- Zinc: Me gusta decir que en el mundo inmunitario la D es a las vitaminas como el Zinc es a los minerales. Es decir, el mineral proinmunitario por excelencia es el zinc. Este mineral inhibe la adherencia a células de virus y bacterias. Por ejemplo, hay protocolos que proponen el zinc en dosis altas dentro del tratamiento de erradicación de la sífilis, una común enfermedad de transmisión sexual. 

4.- Melatonina: Aparte de ayuda para dormir, esta hormona antienvejecimiento lo es entre otras cosas por sus propiedades inmunitarias. La melatonina puede estimular las células T del sistema inmunitario y los monocitos  y macrófagos que engullen literalmente a los invasores. También mejora la comunicación celular, haciendo más efectiva y orquestada la respuesta a tales invasores. 

5.- Lactoferrina: ¿Por qué la leche materna protege de infecciones? Por la lactoferrina. Puede encontrarse en forma de suplementos. Un reciente estudio halló que la lactoferrina inhibe que los virus se adhieran a los receptores celulares y podría estimular los macrófagos. 

Aparte de todo esto, el año pasado escribí sobre la Andrographis Paniculata. Merece la pena informarse sobre ella. Al menos este año me he centrado en mí para el aspecto inmunitario en el ProBoost (si se está sano y no se tiene gripe o virus contraídos, veo innecesario llenarse la despensa todos los inviernos de una completa lista de remedios inmunitarios) a base de proteína tímica cuyos resultados clínicos francamente me llamaron la atención cuando leí sobre ella. 

Tampoco está de más considerar algo que es más que nada un alimento, aunque lo catalogaría como algo moderadamente pro-inmunitario, tampoco algo efectivo para una terapia de choque momentánea. El aceite de coco resulta antibacteriano y antifúngico pues puede combatir herpes o incluso la candida. In vitro combate la bacteria que se presume involucrada en la caries dental, el Streptococcus mutans. Y nosotros sin saberlo hasta ahora. 

Quien desee un extenso, más que completo y justificado pero práctico programa de choque inmunitario, le encomiendo (en inglés) al protocolo para tal fin del cofundador de Life Extension William Faloon que incluye suplementos, hormonas y fármacos; especialmente recomendado para farmacéuticos y médicos.