Masacres escolares...¿y fármacos?

Si uno lee la actualidad proveniente de EEUU estos días, sin duda el tema de las armas parece bastante constante. No en vano, Obama, que tomó posesión para su nuevo mandato esta misma semana (aunque creo por momentos que estamos en el cuarto mandato de W. Bush, confusiones que tiene uno), anunció hace unos días hasta 23 medidas ejecutivas supuestamente encaminadas a atajar el problema de la violencia. Lo cierto es que algunas de estas medidas suenan bastante racionales y poco populistas, como incentivar que los centros escolares puedan entrenar en el uso de armas a los educadores para defender a sus escolares. No obstante, parece que el auténtico deseo de Obama es prohibir las armas a los ciudadanos cumplidores de la ley, y dado que es consciente de que no tiene competencias para ello, ha instado al Congreso y Senado (aunque, en realidad, tampoco tienen para legislar en algo que depende de cada estado).

"Escuela - Zona libre de Drogas"
(Descarga masiva de Ritalin, un fármaco para el autismo)

Por desgracia, en este tema la demagogia y el populismo están servidos de antemano. Y nadie parece advertir que el problema bien puede deberse a algo bastante distinto. En realidad, algunos sí lo advierten, pero los medios de comunicación sospechosamente lo silencian. No hablo de otra cosa que de los fármacos y la industria farmacéutica. 

En la trágicamente célebre masacre de Columbine en 1999, se sabe que uno de los estudiantes criminales estaba bajo los efectos del fármaco Prozac, y otro de ellos al menos bajo el antidepresivo Luvox, ambos asociados con comportamientos psicóticos en adolescentes. 

El joven asesino Shawn Cooper disparó con 15 años a varios compañeros y profesores. Su padre confesó que su hijo tomaba antidepresivos. 

Con sólo 13 años, Chris Fetters disparó a su tía. Estaba tomando Prozac. 

Kip Kinkel, con 15 años, disparó a sus padres y después agredió a 22 de sus compañeros. También tomaba Prozac. Y la lista seguiría..

Uno de los que han denunciado estos hechos es el Dr Whitaker miembro de la Academia Americana de Medicina Antienvejecimiento y del Consejo Nacional contra el Fraude Médico. 

Ya no espero, nadie lo espera, que ni Obama ni ningún líder del sistema bipartidista americano alce la voz para hablar de esta cuestión. Nadie querrá cuestionar a una industria farmacéutica que ha empastillado hasta la extenuación a los norteamericanos porque esa misma clase política, a través de su brazo de la FDA, han sido cómplices y ejecutores directos -y siguen síéndolo- de esa farma-narcotización de los ciudadanos americanos. Ellos mismos redactan los planes de estudios universitarios de los futuros médicos para que encuentren todos los fármacos posibles para endosárselos a cada paciente. Mientras, el tema del control de las armas sirve como distracción perfecta para olvidarnos que gran parte de esos adolescentes devenidos en locos lo son simplemente porque son hijos y fruto del sistema político Gobierno-FDA-farmacéuticas. 

Es irónico, por no decir histriónico, que el Gobierno pretenda controlar a sus ciudadanos desarmando a los ciudadanos cumplidores de la ley cuando el que necesita control es el propio Gobierno y sus agencias sanitarias. Ahondaré el mes que viene sobre esta cuestión. 

Mientras, ésta que sigue y linkeo es mi personal acusación y argumentación contra el Gobierno de EEUU y su estilo catastrófico, agresor y criminal. Las víctimas deben poder defenderse, y hacerlo de los verdugos. Y el Gobierno de EEUU, el de hoy, el de ayer y el de hace ocho, diez o veinte años, se me antoja el número 1 sin competencia posible. Opina, comparte y sobre todo, DENUNCIA

LEER ¿Zonas libres de armas? ¡Zonas libres del Gobierno! (Adolfo D. Lozano)