Mis intolerancias alimentarias

Consciente de la importancia de conocer las intolerancias alimentarias, las cuales están involucradas no ya en problemas digestivos, sino también respiratorios, articulares, dolores de cabeza, inmunitarios... y ante la evidente falta de fidelidad de un análisis anterior que prácticamente no me encontró más intolerancia que una moderada a la leche de vaca y a las alubias (nadie tiene ninguna o casi ninguna intolerancia), decidí esta vez hacerme un análisis realmente pormenorizado y preciso. 

He de decir que algunos me los esperaba claramente en mi caso como la leche de vaca y la clara de huevo (hacer la prueba de eliminar hace unos meses la clara de huevo ha resultado en llevar todos estos meses sin que aparezca una suerte de gastritis intermitente). Y el que más me ha llamado la atención en mí es el arroz, algo que no habría sospechado al menos en mi cuerpo. Por el contrario, me alegro de no haber encontrado el cacao, del cual sí sospechaba (al menos el cacao sí me produce acidez si lo consumo sin limitarme mucho).

En definitiva éstas son, donde parece que no podía faltar un clásico de los alimentos de la moderna civilización, pero por suerte no de mi cocina: el trigo. Y creo que sirve de buen ejemplo para todos los que nunca se han realizado este tipo de test, qué más o menos puede esperarse del mismo.