Los 18 factores del envejecimiento (I)

A sus casi 66 años de edad la actriz norteamericana Suzanne Somers vuelve, una vez más, con información actualizada antiaging lista para ponerla en práctica. En esta ocasión, Bombshell, como su propio nombre indica, pretende ser una bomba de relojería contra la ignorancia e ineptitud del establishment médico. Por la relevancia de la información, y sobre todo por su carácter de resumen y compendio antiaging, éstos son los 18 factores del envejecimiento de los que Somers habla en su último libro, junto con específicos remedios nutracéuticos para cada caso (las dosis recomendadas están expresadas en dosis diarias).

Nótese que muchos nutrientes y nutracéuticos citados hacen frente de una vez a múltiples factores del envejecimiento aquí enumerados:

1.- Inflamación crónica

La inflamación crónica es un proceso central del envejecimiento, que puede ser generada por causas externas o internas. Por ejemplo, el exceso de grasa abdominal libera citoquinas que promueven la inflamación, y ésta acaba dañando células desde arteriales o cerebrales. Los ataques cardíacos, infartos, cáncer, Alzheimer...han sido relacionados con la inflamación como causa.

Terapias:

- Omega 3. Al menos 1-2 gramos de EPA-DHA

- Curcumina: 400-800 mg diarios

2- Glicación

Se sabe que los diabéticos son un modelo de envejecimiento acelerado. En gran parte, porque son víctimas del proceso de glicación, por el cual la glucosa y otos azúcares se unen a las proteínas y grasas del cuerpo y forman estructuras deformes. Los diabéticos sufren de una glicación avanzada. Lo que la medicina convencional no advierte es que todos estamos expuestos al proceso de glicación, simplemente de modo menos intenso. Sus consecuencias son visibles en los riñones, ojos, nervios y vasos sanguíneos.

Terapias:

- Carnosina: 500-100 mg

- Benfotiamina: 150 mg

- Piridoxal-5-fosfato (forma de B6): 100 mg

3.- Metilación

El ADN de cada célula del cuerpo requiere reacciones enzimáticas constantes llamadas metilación para el mantenimiento y reparación. El envejecimiento altera el correcto metabolismo de metilación. El resultado es daño al ADN que puede manifestarse como cáncer, daño hepático o degeneración neuronal.

Terapias:

- SAMe: 200-400 mg

- L-metilfolato (forma de ácido fólico): 1000 mcg

- Piridoxal-5-fosfato: 100 mg

4.- Disfunción mitocondrial

Más de 350 estudios publicados sólo en 2010 muestran cómo la degradación de las mitocondrias (los centros de generación de energía en el citoplasma de las células) conduce a virtualmente cualquier enfermedad degenerativa. La disfunción mitocondrial puede resultar en fallo cardíaco, fatiga muscular y enfermedad neuronal. Las buenas noticias son que incluso puede revertirse el daño a las mitocondrias.

Terapias:

- Q10 Ubiquinol: 100 mg

- PQQ : 10 mg

- Ácido alfa lipoico (R): 150 mg

5.- Desequilibrio hormonal

Las células de tu cuerpo están sincronizadas para funcionar a través de las señales de comunicación de las hormonas. El envejecimiento crea fuertes desequilibrios hormonales que contribuyen a la depresión, inflamación, osteoporosis, bloqueo arterial, y falta de libido. Estos desequilibrios hormonales afectan drásticamente la calidad de vida. En tanto la testosterona, el estrógeno y la progesterona (en mujeres) y los niveles de tiroides se reducen, inevitablemente los niveles de energía, masa muscular, metabolismo, humor, memoria, capacidad mental y sexual son afectados. Las reducciones de niveles de algunas hormonas pueden ser extremas (hasta -90% comparado con la juventud), y muchos problemas derivados no se tratan bien porque es común que los médicos no reconozcan esos desequilibrios como causas.

Terapias sin prescripción:

PARA MUJERES

- Vitamina D3: Al menos unas 2000 UI

- Indole 3 Carbinol (I3C): 80-160 mg

- Apigenina: 25-50 mg

- Calcio D-glucarato: 200-400 mg

PARA HOMBRES

- Vitamina D3: Al menos unas 2000 UI

- Sabal serrulata ('saw palmetto'): 320 mg

- Indole 3 Carbinol (I3C): 80-160 mg

- Apigenina: 25-50 mg

6.- Exceso de calcificación

El envejecimiento deteriora el transporte del calcio, lo que resulta a veces en la infiltración del mismo en tejidos blandos del cerebro, o las arterias generando arterioesclerosis. Muchos problemas del envejecimiento están asociados a una excesiva calcificación, incluyendo la pérdida de memoria, la estenosis aórtica, arterioesclerosis, problemas de visión o incluso demencia. En las arterias, el calcio acaba dificultando la fluidez de la sangre, creando dolores de pecho y aumentando el riesgo de un ataque cardíaco. Este proceso puede ser frenado e incluso en parte revertido con determinados nutrientes de bajo coste.

Terapias:

- Vitamina D3: Al menos unas 2000 UI

- Vitamina K2: En sus formas MK4 y MK7

7.- Déficit de enzimas digestivas

Las enzimas digestivas son esenciales para la absorción completa de los nutrientes de los alimentos. Incrementan las reacciones químicas que descomponen los alimentos en el tracto digestivo. La capacidad de un organismo vivo para generar enzimas se reduce con la edad. Una razón por la que acumulamos kilos y somos más vulnerables a las infecciones cuando nos hacemos mayores podría sorprenderte. Es una conexión que Somers no estableció hasta que habló con expertos antiaging. Nuestros cuerpos no son capaces de producir cantidades suficientes de compuestos que necesitamos para  extraer nutrientes de los alimentos. Esta pérdida gradual de enzimas está vinculada a diversos problemas de salud como sistema inmunitario comprometido, deficiencias nutricionales o un tracto digestivo desjustado.

Terapia:

- Un buen suplemento de enzimas. seguir dosis recomendadas

Otro modo de estimular la generación de enzimas, es consumir un buen probiótico.

8.- Desequilibrio de ácidos grasos esenciales

El envejecimiento distorsiona el metabolismo de ácidos grasos esenciales. El resultado es un desequilibrio de ácidos grasos esenciales que puede manifestarse con desde ritmos cardíacos irregulares, problemas de piel, alta presión sanguínea e infarto.

Terapias:

- Omega 3: Al menos 1-2 gramos de EPA-DHA

- GLA: Unos 300 mg diarios

9.- Mutación del ADN

Estamos constantemente expuestos a carcinógenos sintéticos y naturales en nuestra cadena alimentaria, en los productos de consumo diario y en el medio ambiente. Cocinar a altas temperaturas puede generar productos tóxicos. Todo esto hace que el ADN pueda mutar. Las células envejecidas pierden su habilidad para reparar el ADN ante los constantes asaltos. El resultado del ADN dañado es que las células normales son proclives a proliferar fuera de control, convirtiéndose en células cancerígenas. 

Terapias: 

- Curcumina: 400-800 mg 

- Clorofilina: 100-300 mg

- Apigenina: 25-50 mg
- Extracto de brócoli: 400-800 mg