La crema más cara del mundo

Desde hace años he criticado lo que, no sin razón, he denominado una absurda y ridícula carrera por el cosmético aún más caro sin necesidad de que esto aluda a mejores fórmulas en su interior. Dicha carrera no es que ahora haya llegado a su fin, sino que ha alcanzado otra cota difícil -realmente difícil- de superar monetariamente y, por qué no decirlo, en estupidez. Si hace unos 15 años, las 30.000 pesetas de entonces (unos 200 euros) de Creme de La Mer eran el culmen de la exclusividad, sólo apta para los bolsillos más pudientes hoy, en comparación, esta gama de precio cualquiera diría que es casi intermedia si consideramos las innumerables incursiones cosméticas en los 300, 400 euros y más por envase que ha habido en la última década. Es decir, encontrarse cremas de 200 euros hoy no es difícil, sino que lo difícil es no encontrárselas.

Acostumbrado el consumidor a tantos desvaríos, para dar la campanada ya ni los 1.000 euros eran suficientes (La Mer y La Prairie tienen por ejemplo productos que superan los 1.000 euros). Así que el grupo Shiseido ha decidido dar el salto a los 5, sí 5, dígitos. 13.260 dólares, lo que sería al cambio unos 10.000 euros, es lo que costarán las 3 unidades limitadas de una crema para conmemorar el 30 aniversario de la marca Cle de Peau Beaute. Cualquiera diría que es por lo suntuoso del envase, pero no, pues sólo el envase vacío de producto costará 1.000 dólares. Esto es, ¡sólo el producto en sí lo han valorado en cerca de 10.000 euros! Como hace notar la nota de prensa, costará 5 veces más por peso que el oro mismo. Qué contiene la crema es un misterio, y quizás sea mejor para la marca que así sea, pues por este precio nada es justificable. Una extravagancia, por decirlo educadamente, comparable por ejemplo a desembolsarse 5.000 euros en un cubo de basura de diseño. Cuidarse la piel no deja de ser una elección y decisión personal. Tirar el dinero, también.