Ideas sobre el Six Countries Study

El Six Countries Study fue el primer gran estudio -el primero con amplia divulgación- del célebre Ancel Keys en su cruzada por demostrar lo malo que era el consumo de grasas. Como puede observarse, años más tarde culminaría en el Seven Countries Study. Como ya he comentado en otras ocasiones, la selección fue más que sesgada, ya que en 1953 disponía de datos para incluir en este estudio epidemiológico de al menos 22 países. Como sabemos, eligió los más válidos (seis) para corroborar lo que él quería. 

Pero una cuestión demasiado poco advertida es que los datos de grasa no se referían al consumo de la misma, sino a su disponibilidad en países según los datos de la FAO. Lo cual es un punto no pequeño, puesto que los países pobres (que sufren de otros problemas tanto o más que el cardiovascular) tienen menos disponibilidad de grasas. 

Pensemos pues en toda la grasa que hay disponible en los países ricos que nunca llega a nuestros estómagos: 

- La que no se vende y acaba tirada

- La que retiramos del plato fruto de nuestra lipofobia y no nos comemos

- La que es ingerida por animales

- La que caduca o acabamos tirando tras comprarla

Esto por no hablar de otra cifra sesgada: las propias muertes cardiovasculares. Un tema caliente que siempre ha sido bastante evitado. Por ejemplo, los suecos Voigt y Lundberg demostraron que al menos la mitad de las muertes atribuidas a infarto de miocardio son diagnósticos erróneos. 

Esto son sesgos. Otras son mentiras flagrantes, como el hecho denunciado en su día por Raymond Keiser de que se atribuyeron en el Seven Countries Study de 1973 efectos a las grasas saturadas naturales cuando en realidad los sujetos del estudio estuvieron consumiendo grasas hidrogenadas.

Seguiremos hablando de estos grandes prodigios de la ciencia humana que nos han traído una buena dieta. Menos mal que no querían proponernos una mala.