Estudios y prensa en entredicho

Este mismo mes de junio, los medios se hacían eco de un estudio aparecido en el New England Journal of Medicine en el que prácticamente se consideró el Omega 3 un placebo cardiovascularmente hablando. El presidente de la Fundación Española del Corazón incluso se pronunció desalentador sobre los resultados. Pero parece que, ni los medios ni los expertos como el mencionado, han reparado en múltiples limitaciones de este estudio. Bien mirado, no entiendo la sorpresa. Lo sorprendente habría sido que hubieran encontrado unas diferencias realmente significativas con el consumo de Omega 3, tal como este estudio canadiense entendió 'consumo'.

En total se reclutaron algo más de 12.000 personas con problemas de diabetes o prediabetes y, por tanto, con mayor riesgo cardiovascular. El grupo de control recibió aceite de oliva, y el de tratamiento en su lugar un suplemento de Omega 3. Tras 6 años no se apreciaron diferencias en ataques cardíacos, muertes cardiovasculares ni hospitalizaciones por complicaciones cardíacas. Pero este estudio no tuvo una sola limitación o sesgo, sino varios, a saber: 

- Ambos grupos recibieron tratamiento por igual contra la diabetes -¡muchos de ellos también tratamientos cardiovasculares!- que redujo sus riesgos.

- La dosis de Omega 3 propuesta para el grupo de tratamiento era realmente baja: 900 gramos de Omega 3 EPA-DHA. Esto no llega al mínimo diario que recomiendo para personas sanas (1-2 gramos al menos). Y tengamos en cuenta que éstas no eran personas sanas. 

- No hubo nunca tests para asegurarse de que los participantes consumían la dosis propuesta. Nunca se les midieron los ácidos grasos en sangre. 

- Los participantes, canadienses, consumieron regularmente pescado. Y recordemos, de nuevo, que la dosis de Omega 3 recibida era baja como para marcar una diferencia apreciable dentro de una dieta rica en pescado.

A su vez, estos días la Universidad de Harvard, en Boston, publicaba otro estudio (un estudio de recopilación de estudios, un meta-análisis vamos) que concluía que el alto consumo de pescado redundaba en hasta un 15% de menor riesgo de fallo cardíaco. Si bien, he de notar que en el aspecto de fallo cardíaco  congestivo la coenzima Q10 compite y aun superaría en importancia al Omega 3 según mi punto de vista. Ni lo uno ni lo otro espero que lo refleje la prensa generalista, para la que dejamos los estudios mal diseñados y sensacionalistas