Vinagre (y otros remedios) para controlar los picos de glucosa

Muchos, la mayoría, de los enfangados con la teoría del colesterol poca o incluso a veces nula atención prestan al problema de la glucosa. Pues he ahí uno de los puntos calientes alrededor del cual pivota la que podemos denominar teoría de los carbohidratos. Como un equipo de investigadores sobre la glucosa llegó a afirmar en 2005 en Diabetes Care: "los picos de glucosa postprandial -tras las comidas- podría ser relevante en las complicaciones cardiovasculares". 

¿Qué puedes hacer para prevenirlo? Todos sabemos que restringir el consumo de carbohidratos, pero más allá de esto hay otras estrategias. Unas que te sirven como última compuerta de contención en el caso de que una ingesta alta en carbohidratos sea poco menos que ineludible o una, de acuerdo, entendible licencia. 

- Vinagre 

Una de las propiedades que destacaría del vinagre de manzana (éste parece que lo usaba ya Hipócrates) en principio es su capacidad para evitar la acidificación del organismo. Pero no es la única relevante, pues también controla los picos de glucosa tras las comidas. Si comes pan junto con vinagre, tu respuesta glucémica se modera según un estudio de 2005. En la misma línea de otro de 2004 de nuevo en la mencionada antes Diabetes Care. 

- Canela

Es tan efectiva en ocasiones que los diabéticos bajo medicación deben consumirla con precaución. Una de las pocas veces en que el gobierno de EEUU dijo algo sensato y racional fue a propósito de la canela, cuando un experto público afirmó que "los polifenoles que se encuentran en la canela funcionan como antioxidantes, potencian la acción de la insulina, e incluso podría ser beneficiosa en el control de la intolerancia a la glucosa y la diabetes". 

- Cromo

A mí me gusta llamarlo -con el permiso del magnesio- el mineral del metabolismo. No en vano el propio Atkins, gurú de las dietas bajas en carbohidratos, estaba preocupado por la reducción de los niveles cromo en los modernos suelos de cultivo. Resultan tan incontrovertidas sus aplicaciones en este sentido, que la propia FDA norteamericana la reconoce dentro de un tratamiento en la diabetes. No es casualidad que los bajos niveles de cromo en el organismo estén relacionados con elevado nivel de glucosa, problemas cardiovasculares y altos triglicéridos en particular. 

- Café

La capacidad del café para moderar los niveles de glucosa se debe a su contenido en ácido clorogénico -que, además, es antioxidante-, el cual inhibe una enzima llamada glucosa-6-fosfatasa que hace posible que el hígado genere glucosa a partir de cualquiera de estos dos mecanismos y que no tienen que ver con el proceso digamos habitual de carbohidratos en la comida->glucosa. Al inhibir la glucosa-6-fosfatasa se inhibe que el hígado orqueste: 

·Glucogenólisis: descomponer y liberar azúcar acumulado (lo que viene a ser el glucógeno)

·Glucogénesis: producir glucosa a partir de la grasa y las proteínas. 

Por ejemplo, un estudio de investigadores mexicanos halló que el ácido clorogénico puede reducir hasta un 15% los niveles de azúcar en pacientes diabéticos resistentes a la medicación. El problema con los cafés es que tienden a perder la mayoría de su ácido clorogénico al procesarse. Y son pocos los que pueden asegurar un alto contenido en el mismo. Eso sí, los descafeinados tienden a poseer menos.