AHA y BHA. Beneficios y diferencias en los exfoliantes químicos

Cuando me puse manos a la obra a formular mis primeros cosméticos, tuve claro que lo primero serían unos exfoliantes químicos de ácido glicólico (AHA) y salicílico (BHA). No sólo porque es bien difícil encontrar exfoliantes químicos en un rango de pH adecuado sin alcohol ni irritantes, sino por supuesto por sus archidemostrados beneficios en dermatología cosmética. Independientemente de sus diferencias, ambos ácidos tienen en común que mejoran la textura de la piel, la suavizan, reducen las manchas y unifican el tono y retiran células muertas. Además, favorecen la formación de colágeno por lo que reducen las arrugas. 

Ambos también son de especial ayuda para quienes: 

- Han sufrido daño solar (me refiero al daño solar acumulado, no a usar un ácido por supuesto tras sufrir una quemadura o semejante)

- Pieles típicamente grasas con problemas con la exfoliación natural

- Pieles con problemas genéticos de engrosamiento como es típico más en varones que en mujeres

La principal diferencia entre ambos es que: 

- Los AHA (entre los que el glicólico es el más efectivo -sigue siéndolo- a la luz de los estudios publicados en las últimas décadas), son solubles en agua. 

- Los BHA (esto es, simplemente el ácido salicílico cosméticamente hablando), son solubles en grasa. 

Lo cual hace que el BHA sea más adecuado para pieles con tendencia acneica en tanto es capaz de limpiar los poros de un modo que los AHA no pueden. ¿Quiere esto decir que debemos elegir uno de ambos? No, puesto que ambos ácidos nos van a seguir reportando bastantes beneficios comunes. Una piel con tendencia acneica también se beneficia de los más potentes efectos antienvejecimiento de los AHA, y ¿acaso una piel no acneica ni grasa no necesita tener limpios los poros? Como suelo explicar en alguna ocasión, un buen programa cosmético (y entiéndase de antienvejecimiento cutáneo) debe de algún modo incluir, o al menos considerar, ambos AHA y BHA.

Además, una vez más recuerdo la importancia de usar exfoliantes químicos en forma de cosméticos que permanecen tiempo, no unos segundos (no en limpiadoras), sobre la piel.

El exfoliante al 2% de BHA (el porcentaje máximo permitido de salicílico en un cosmético) es un tipo de producto casi obligado para todos los que lidian con problemas de falta de limpieza de poros. 

Por su parte, el exfoliante 10% de AHA es un producto adecuado para todas las pieles que se quieran beneficiar de una dosis media-alta de ácido glicólico. 

Y, en caso de usar estos productos, no perder nunca de vista la fotoprotección diurna tal como indico en mis envases.