Paleográficos y ciencia (ficción) anticarne roja

Antes de meternos en harina (o, mejor dicho, en carne roja), dado que hablamos de SkinCeuticals (una de las marcas que me parecen más interesantes del grupo L'Oreal sobre todo cuando hablamos de principios activos y concentraciones efectivas), he aquí su última novedad: Redness Neutralizer. Reconozco que aquí la novedad, al menos de momento, se queda en poco más que la fotografía. Pues SkinCeuticals sólo nos revela esto tan famoso llamado 'ingredientes clave', que no nos da claro dos informaciones muy importantes que sí aporta el INCI o lista de ingredientes: 

- La totalidad de ingredientes

- El contenido de ellos, por ley, de mayor a menor 

Así que por ahora nos quedamos, pues menos es nada, con que contiene al menos: Bisabolol, Vitamina E, Glicerina, Escualeno, Manteca de Karité y Gluconato de Zinc. Lo cual, en casi todos estos ingredientes, es como decir que el producto lleva un tapón y va dentro de una caja, pero bueno... Lo único que no es como el tapón o la caja es el 'Complejo Pantentado NeuroMed' que suena tan bien como nada significa sin más explicación detrás. La fe ciega, sobre todo cosmética y aun siendo con SkinCeuticals, nos lleva a danos buenas tortas. Esperando estoy a ver su INCI que, seguramente, encuentre en breve algún avezado lector.

En siguiente lugar, me gustaría compartir esta curiosa y ocurrente pizarra Paleo (pulsar sobre ella para ampliar). Para los poco duchos en el idioma de Shakespeare, digamos que es un gráfico un tanto laberíntico que comienza en la parte superior, y cuyo fin es adivinar la naturaleza paleo de tal o cual alimento. En la parte superior podemos ver '¿es una patata?', admitiendo como paleo los boniatos o batatas (yo sí recomiendo mucho más éstos que las patatas por su riqueza nutricional, aunque pongo en duda su calidad de paleo), pero no la patata o el maíz (consideran aquí el maíz como un 'potato'). Lo más ingenioso me ha parecido la pregunta más superior, '¿tiene cara?', si la tiene -y por tanto su origen es animal- sería paleo, si no tenemos la opción de un huevo (paleo), que no tenga rostro de ningún tipo pero tampoco sea vegetal o fruta (esto, humorísticamente hablando, probablemente sea una roca)..Si sigue sin cara entramos como opción posible en los vegetales y frutas...más abajo llegamos a los frutos secos. Y vemos que admiten como paleos los aceites de oliva, coco, de origen animal como mantequilla y aguacate, pero no otros.

De todos modos, aunque alguna vez lo he comentado, nunca he sentenciado que todo alimento de origen paleolítico sea per se saludable ni todos los saludables sean necesariamente procedentes de esta era. Aunque tampoco niego una profunda correlación entre alimentos saludables y paleo. Exactamente, podría expresar gráficamente esta idea así (cortesía del Dr Harris):

Esto es, los agentes de la enfermedad crónica están predominantemente en la alimentación post-paleolítica, pero no necesariamente la totalidad de ellos. Por ejemplo la mantequilla y su derivado el ghee son alimentos neolíticos o post-paleolíticos saludables. También podría serlo en el mismo sentido, aunque no soy un entuasiasta tampoco del mismo, el aceite de lino.

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Esta semana se publicaba un estudio de Harvard con consecuencias nada favorables en lo que atañe a la carne roja. Y la publicidad, ¿alguien lo dudaba?, no se ha hecho esperar. Por coger un rotativo, el ABC titulaba: "La carne roja aumenta el riesgo de morir por cáncer y enfermedad cardiovascular". La cuestión es que pretendía sentar una especial cátedra por lo extenso y bien diseñado del estudio..seguimos leyendo:

"Ahora se suma un nuevo estudio, uno de los más amplios y extensos realizados hasta la fecha, que confirma las sospechas de los primeros trabajos y proporciona suficiente evidencia científica para pedir a los consumidores que cambien de hábitos nutricionales por el bien de su salud"

De todo este artículo, sin entrar a ver el diseño del estudio, poco menos que me escandaliza que parte de la perorata venga a cuenta de las salchichas y la carne procesada. Productos que huelga explicar en qué tienen que ver (nada) con la carne roja tradicional. Gracias a un lector, leo una magnífica disección crítica hecha en la revista QUO sobre este estudio.  Cito y pego literalmente y en extensión dado el interés:

Un estudio reciente de la universidad de Harvard ha encontrado una correlación entre el aumento de la mortalidad y el consumo de carne roja en EEUU. No es el primero, ni será el último. Como en otros estudios anteriores, las conclusiones que luego se leen en las noticias no son válidas.

Es necesario explicar de nuevo la diferencia entre correlación y causalidad. Una correlación indica que, de las personas estudiadas, algunas de las que consumían más carne roja se morían antes. Pero no demuestra que carne roja sea la causa de la mortalidad.

Para empezar, el estudio no está bien diseñado. Estos son los principales errores metodológicos:

• No separa los demás factores de riesgo, especialmente el consumo de tabaco y alcohol, el sobrepeso, la diabetes y la falta de ejercicio.
• No separa adecuadamente la carne procesada y la no procesada. Por ejemplo, considera una hamburguesa como carne no procesada.
• Los incrementos son mínimos y muy poco significativos, de menos de una persona por cada 100 a lo largo de 28 años.
• No se separa el consumo de carne de otros productos asociados, como el pan, las patatas fritas, el azúcar, y otros productos que sí presentan riesgos conocidos.
• Al menos dos de los autores son vegetarianos declarados. ¿Conflicto de intereses?
• Curiosamente, en este mismo grupo de personas de alto riesgo descendía su nivel de colesterol. ¿Hay que concluir que el bajo nivel de colesterol aumenta la mortalidad?

Es decir, las personas que más carne roja consumían eran también las queconsumían más calorías, fumaban más, bebían más alcohol y hacían menos ejercicio. Si en estas personas aumenta la mortalidad, achacarlo a la carne roja dejando de lado los demás factores es un grave error y una mala práctica científica.

Por desgracia, este tipo de estudios son los favoritos de los medios de comunicación, por lo general incapaces de distinguir entre correlación y causalidad. Escribir “La carne roja mata” vende periódicos y atrae clics, y a esto se han dedicado medios en el Reino Unido, y copiando la misma noticia, en España. Si la ciencia era mala, el periodismo está siendo aún peor.

Bienvenidos, a los aún noveles, a un nuevo género. La ciencia ficción. La que se hace no en el cine, sino en las revistas científicas.