La sociedad azucarada (y atontada, aunque desconocemos el orden de los factores)

Tomemos el consumo de azúcar en EEUU durante prácticamente el último siglo. Que, como puede verse, ha ido de la mano, y no por casualidad, de la epidemia de obesidad en este país.

De ahí que Jeff O'Connell haya titulado con propiedad su último libro 'Sugar Nation', en referencia a su país, EEUU claro. (Prometo, querido Jeff, retomar tu libro cuando la pirámide acumulada de libros que tengo me lo permita)

Volvamos al gráfico superior. Podemos observar las fórmulas que nos permitirían proyectar esa gráfica muchos años por delante. Es exactamente lo que ha hecho un hombre llamado Jeremy Landen. ¿Y qué ha conseguido? Pues la mala noticia es que para 2606, si se cumple la proyección estadística en cuestión, EEUU consumirá una dieta puramente de azúcar. O quizás la noticia sea no tan mala si pensamos que no llegaremos a esa fecha.

¿Acaso el azúcar no es saludable? En esta peligrosa duda nos quiere hacer caer Kellogg, que como todos ya sabéis es mi marca de alimentación favorita. Por querer hacer creer al consumidor que el azúcar es saludable, la ASA de Reino Unido ha abierto un expediente -esperamos que sancionador- a Kellogg. Ni más ni menos en su web a propósito de un cereal infantil, Kellogg afirmaba, agárrense: 

"Según un panel de expertos que han revisado la evidencia científica, el alto consumo de azúcar no está relacionado con la obesidad o el desarrollo de enfermedades como diabetes o problemas cardiovasculares, alta presión sanguínea o cáncer. Tampoco está relacionada con problemas de comportamiento como hiperactividad en niños. Este panel remarcó la importancia que juegan carbohidratos como el azúcar en nuestra salud"

Lo más truculento de todo este asunto es que esa afirmación fue parte de las conclusiones de un grupo de expertos de la OMS y la FAO. Por si tenemos alguna duda, todo este circo del absurdo se debe a una estrecha alianza entre la industria alimentaria y expertos bien pagados cual marionetas para repetir el discurso que quieren estas industrias que se propague (en esta misma dirección apuntaba un documental de la BBC a propósito del debate sobre el azúcar).

Sigamos con la confusión masiva. TVE aquí en España hablando sobre los perjuicios de los refrescos light (gracias a una lectora por colgarlo en el Facebook de JyB). Y el locutor, sin ningún reparo y convencido de ello, suelta que claro es un problema este tipo de refrescos porque tienen fructosa, que no es saludable. Pero, que yo sepa, y cualquiera que pase por un supermercado y ojee el lineal de refrescos un poco, sabe que los refrescos light se caracterizan por no tener calorías. Periodistas de TVE, sin calorías. Y la fructosa, que la ciencia sepa, es un nutriente calórico, esto es, con C-A-L-O-R-Í-A-S.

Luego dicen -y decimos, tal como comentábamos un par de personas este miércoles comiendo en el Salón del Gourmet de Madrid- algunos, que un problema principal es que la gente no tiene claro qué es una dieta saludable. Como para tenerlo.