El engaño cosmético vía photoshop

Que las marcas cosméticas usan y abusan del photoshop es algo por todos sabido. Que un país europeo, concretamente Reino Unido, acaba de poner límites a L'Oreal en sus campañas de Lancome con Julia Roberts y de Maybelline con Christy  Turlington, es una noticia prácticamente de última hora. 

La representante del partido liberal-demócrata Joe Swinson en aquel país se había quejado de que aquellos anuncios engañaban en tanto no mostraban los resultados reales de los productos. L'Oreal, a la que no le ha quedado más remedio que retirar estas campañas, no ha dudado en afirmar que sí se muestran efectos alcanzables con sus productos.

Pero tampoco ha negado que haya empleado técnicas de postproducción digital, esto es retoques digitales e informáticos.  ¿Sentará un precedente esta decisión? Pedir a las marcas cosméticas que se ajusten estrictamente a hechos y resultados reales en muchas ocasiones es casi una misión imposible. Y al fin y al cabo los consumidores no son desgraciadamente los más escrupulosos ni exigentes. Si no todos, la mayoría vive encantada con el mundo de la belleza ficción. A la hora de buscar culpables, deberíamos criticar también la pasividad de los consumidores.