Leni Riefensthal y Olimpia

En principio si digo Leni Riefenstahl la mayoría dirá que quién es. Si digo que tiene que ver con el nazismo y los documentales y películas de Hitler, probablemente entonces la mayoría ya sepa quién es. En efecto, fue la cineasta oficial del nazismo y aún se discute hasta qué punto tuvo una relación estrecha y privada con el propio Hitler.

Y ahora os preguntaréis que por qué hablo de Leni Riefenstahl y del nazismo. Como a nadie que me lee ya se le oculta, me encanta la historia, siempre me ha encantado. Cuando era adolescente e iba a comprar los libros de texto escolar del año siguiente solía comprarme los de Historia aunque no fueran de mi curso próximo. Es por ello que en muchos de mis artículos (de salud y nutrición, claro está) suelo dar tanta importancia a los trasfondos históricos. Puede que de ahí también mi interés por la antropología nutricional.

En el artículo de mañana intento desvelar el secreto olímpico que tenían los nazis (y posteriormente explotaron los soviéticos también). Como es evidente, Hitler tenía en mente una superioridad de su raza aria a todos los niveles, incluidos los físicos. Por ello, los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936 resultaron el evento perfecto con que demostrar al mundo dicha supremacía. Y cómo no, ahí estaba Leni Riefenstahl (mira que cuesta escribir estos apellidos germánicos) para filmarlo e inmortalizarlo.

Mientras dejo para mañana la revelación de ese secreto olímpico y deportivo (puede que os sorprenda), y que como pista tiene que ver bastante con la nutrición, os invito a ver parte del prefacio de Olimpia, la película de Leni sobre las Olimpiadas de 1936 (la música que aparece ahí es un añadido moderno). En este prefacio podemos ver figuras apolíneas de la antigua Grecia y la idea visual constante de la perfección física, lo imponente y grandioso y, por qué no, majestuoso. Era parte del programa de propaganda de la ideología que pretendía dominar el mundo, el nazismo.