Burguer Glamour

La verdad es que no tenía muy claro ni cómo titular esta entrada. A veces uno cree que lo ha visto todo, pero no. Las cadenas de hamburgueserías, que copan gran parte del mundo de la comida rápida, a pesar de que nacieron antes, probablemente encontraron en los años 70 gracias al empresario David Wallerstein, entonces director de la corporación McDonalds, un gran filón: los menús. Aunque le costó más de lo que pensaba convencer al fundador de McDonalds, Ray Kroc, finalmente la idea se puso en práctica con un fulgurante éxito. Por poco dinero más, uno o dos dólares, podías añadir a tu hamburguesa una ración gigante de patatas fritas y de Coca Cola. Empresarialmente la idea era brillante porque el artículo de coste y valor era la hamburguesa, las patatas y la Coca Cola eran los artículos baratos. Sin embargo el consumidor obtiene un más que notable incremento de alimentos y calorías. El objetivo de McDonalds, vender más hamburguesas (decorándolo con una gigante ración de patatas y bebida de mínimo coste para la empresa), puede pasar a la historia como una de la más rentables ideas empresariales de la industria alimentaria.

Hoy es una práctica habitual en la industria de la comida rápida. Y Burguer King por supuesto no es excepción. No sé, ni sabemos, si la última ocurrencia publicitaria de precisamente Burguer King será exitosa o no, o simplemente pasará sin pena ni gloria. Pero de falta de originalidad no se les puede acusar. Para vender hamburguesas los reclamos publicitarios habían sido hasta ahora de lo más variopinto. Pero usar una figura de la jet set, multimillonaria, reina popular (en su sentido más literal, 'del pueblo') del glamour, maestra del buen gusto y adicta a la alta costura, el refinamiento y la exclusividad, era algo que estaba por llegar, al menos en España. Hasta ahora. Y si no vean el vídeo.

Por cierto, la hamburguesa anunciada por Carmen Lomana dicen, o eso he leído, que es una nueva hamburguesa 'light' de Burguer King, aunque me extraña bastante si tiene bacon como dice el anuncio. Hagan apuestas, como curiosidad, sobre qué dice exactamente en el anuncio: '¡cómo me gusta!', 'como me gusta', o quizás un '¿cómo me gusta?'. Parece que en el anuncio se juega a propósito con una entonación equívoca. Sobre lo que sí apuesto es que la mayoría acabarán acompañando esta hamburguesa 'light' al menos por patatas, probablemente gigantes. Y esto me recuerda a aquéllos muchos que después de una copiosa comida repleta de carbohidratos, o para acompañar una merienda con galletas, dulces y azúcares, se toman un café, pero eso sí, con sacarina. Y es que, desde luego, quien no se consuela es porque no quiere.