Omega 3 y degeneración macular. El Institute of Medicine aumenta su recomendación de vitamina D, Holick y Weil discrepan. Magnesio y mortalidad cardiovascular.

Investigadores del Wilmer Eye Institute de la Universidad Johns Hopkins publican en diciembre de 2010 en la revista Ophthalmology el hallazgo de un efecto protector frente a la degeneración macular por parte de los ácidos grasos Omega 3 EPA y DHA. Este problema es la principal causa de ceguera en personas mayores en Occidente y se cree que aumente hasta un 50% en la próxima década. Para este estudio se analizaron los datos de 2.391 participantes del estudio Salisbury Eye Evaluation (SEE), con hombres y mujeres de entre 65 y 84 años residentes en Maryland. Aquéllos que consumieron pescado con mayor contenido en ácidos grasos Omega 3 tuvieron un 60% menos riesgo de desarrollo de esta enfermedad comparados con los que menos consumieron. Este estudio refuerza la importancia de estos ácidos grasos contra la degeneración macular, algo que ya mostró por ejemplo el Age-Related Eye Disease Study (AREDS).

Es sin duda una buena noticia que el influyente e importante Institute of Medicine de EEUU, dependiente de la Academia de Ciencias de este país, ha aumentado la cantidad diaria recomendada (CDR) de vitamina D para la población según sus criterios, aunque en mi opinión es una revisión demasiado conservadora y modesta. Lo cual significa que:

- La CDR para bebés desde el nacimiento hasta los 12 meses se duplica de 200 a 400 UI.

- La CDR para personas entre 1 y 70 años pasaría a 600 UI

- La CDR para personas de más de 70 años pasa a 800 UI

- El límite de seguridad para adultos pasa de 2.000 UI hasta 4.000 UI (Sin embargo los expertos sostienen que es seguro hasta 10.000 UI)

A propósito de esta revisión, el Dr Michael Holick, considerado el mayor experto mundial en vitamina D, ha afirmado que "es un paso en la buena dirección pero todavía hay que ir más allá. Un reciente estudio japonés randomizado en niños demostró que tomar al menos 1.200 UI de diciembre a marzo durante el año pasado reducía casi un 50% el riesgo de infectarse de gripe A, lo cual es otra razón por la que los médicos deberían recomendar que los niños consuman al menos 1.000 UI de vitamina D y los adultos entre 2.000 y 3.000." Igualmente el Dr Holick mantiene que la insuficiencia de vitamina D debe definirse como todo valor en sangre por debajo de 30 ng/ml de 25-vitamina D, frente al valor de 20 como barrera según el Institute of Medicine.

El Dr Andrew Weil también se muestra crítico con esta modesta revisión por parte del Institute of Medicine. En concreto, asegura: "Estoy en desacuerdo con estas recomendaciones y seguiré recomendando 2.000 UI diarias de vitamina D para todo el mundo".

Por último, el American Journal of Clinical Nutrition publica un estudio de la Escuela de Medicina de Harvard que buscó alguna asociación existente entre el consumo de magnesio y la muerte cardíaca súbita en un grupo de 88.375 mujeres. Durante un período de 26 años hubo 505 casos de muerte súbita o arrítmica. Lo relevante es que las mujeres en el cuartil más elevado de consumo de magnesio tuvieron un 37% menos probabildad de sufrir una muerte cardíaca súbita. Lo más importante, quienes tenían las concentraciones de magnesio en plasma más alta fueron protegidas incluso más, un 77%, lo que indica que más allá del consumo de un nutriente lo más importante es su presencia en sangre.