La verdad de la dieta cambiante al descubierto. Nuevo mecanismo antiinflamatorio del Omega 3. Termografía, un avance contra el cáncer de pecho.

En primer me gustaría referirme sin duda a un estudio publicado en la prestigiosa Nature que refuerza claramente mi constante hipótesis de los hidratos de carbono, y no primariamente de las grasas, para explicar la obesidad y la enfermedad crónica. Titulado de modo elocuente como 'Frente a la evidencia contradictoria' tomando como referencia las guías nutricionales oficiales de la dieta baja en grasas y alta en carbohidratos, seis autores reportan para Nature que durante las últimas décadas los norteamericanos han reducido su consumo de grasas saturadas y totales y el de los carbohidratos ha aumentado. ¿Otra mala noticia para los seguidores del pensamiento único? Que la actividad física se ha incrementado ligeramente en la población estadounidense. Sin embargo, como todos sabemos, esto se ha traducido en una creciente epidemia de obesidad. El estudio, que merece la pena ojearlo, desmonta con evidencias de estudios previos, el mito de las grasas saturadas y remarca la importancia de la restricción de carbohidratos. Igualmente expresa sus dudas científicas sobre la base que se sustenta la recomendación de urgir a la población a reducir o incluso eliminar la sal para evitar la hipertensión. Precisamente de esto hablé hace tiempo. Ahora veamos cómo ha evolucionado la obesidad infantil en varones en EEUU comparada en el período 1988-1994 y 2007-2008 por grupos raciales:

Y ahora la obesidad infantil femenina para los mismos períodos y grupos raciales en EEUU

El aumento de la obesidad infantil en los últimos 20 años es notable. ¿Serán las autoridades públicas con sus dietas libres de grasas grandes responsables? Yo creo que sí. No sólo lo digo yo, lo sugiere claramente Nature.

Que los Omega 3 son esenciales para controlar la inflamación es algo que sabemos bien. Hace años el Dr Sears popularizó su uso para equilibrar la balanza hacia los eicosanoides antiinflamatorios. Más recientemente, se halló que el DHA es precursor de resolvinas, que mitiga la inflamación una vez se ha llevado a cabo un proceso de reparación celular. Nuevos hallazgos de la Universidad de San Diego, California, aportan nuevos datos sobre mecanismos antiinflamatorios del Omega 3. Este nuevo estudio también verfica el poder de estos ácidos grasos para mejorar la sensibilidad a la insulina, objetivo recordemos de algunos fármacos antidiabéticos.

Dicho nuevo estudio se centra en las células asociadas con la inflamación y la diabetes. Se emplearon ratones que carecen de un gen necesario para producir un receptor en la superficie de las células llamado GRP120. Este receptor está involucrado en la inflamación y sensibilidad a la insulina, y explica por qué este receptor es el objetivo de fármacos antidiabéticos como Avandia. Finalmente se comprobó que los ratones normales alimentados con Omega 3 no desarrollaban resistencia a la insulina ni inflamación, mientras sí lo hacían cuando carecían del receptor GRP120, ambos alimentados con dietas muy altas en grasas, lo que sugiere que el Omega 3 ejerce beneficios antiinflamatorios gracias a este receptor. Lo más fascinante es que al menos en este estudio animal los Omega 3 resultaron al menos tan efectivos en prevenir la resistencia a la insulina como Avandia.

- "GPR120 Is an Omega-3 Fatty Acid Receptor Mediating Potent Anti-inflammatory and Insulin-Sensitizing Effects" Cell. septiembre 2010

El cáncer de pecho es una enfermedad para cuya detección y prevención se sigue empleando como test de referencia la mamografía. ¿Pero es éste el test disponible más efectivo y con una capacidad de predicción más precoz? Diversos médicos expertos en la materia creen que no, y llaman sobre ello la atención. Es el caso de la ginecóloga Christiane Northrup (fotografía superior), autora del éxito de ventas "Mother-Daughter Wisdom". La técnica presuntamente más avanzada en cuestión es una de infrarrojos llamada termografía. Ya en 1981 el Dr Michel Gautherie halló en un estudio de 10 años que los termogramas anormales en estos casos son 10 veces más predictivos de cáncer de pecho que un historial familiar del mismo (“Breast Thermography and Cancer Risk Prediction,” Cancer, vol. 45, no. 1 (January 1, 1980), pp. 51–56). Usando datos de este estudio, posteriormente los doctores H. Spitalier y D. Giruaud comprobaron que en el 60% de los casos la termografía era la primera señal de alarma de un eventual cáncer de pecho. Además, la termografía es totalmente segura, incluso para embarazadas, y no es en absoluto molesta o dolorosa a diferencia de una mamografía (y que supone una exposición a radiación).

Por último, y echando una ojeada a la próxima cartelera, ¿merecerá la pena ver la nueva película sobre la historia de la red de redes Facebook? Quién sabe. Lo que sí merece la pena es que sigas en Facebook Juventud y Belleza.