¿Los dinosaurios se extinguieron por falta de vitamina D?

Se ha solido sugerir siempre que los dinosaurios se extinguieron debido a un asteroide gigante que impactó contra la Tierra, lo cual acabó impidiendo por la falta de Sol el correcto florecimiento de las fuentes naturales alimentarias. Pero existe una teoría que más que alternativa es complementaria. Tras aquel impacto, se produjo un permanente invierno, una nube de humo que impidió la penetración de los rayos solares UVB que permitían a los dinosaurios generar vitamina D. Cuando éstos crecieron deficientes en vitamina D, lo hicieron débiles. Las hembras terminaron produciendo huevos carentes de calcio. El moderno pesticida DDT alentó la extinción de cóndores por la misma razón: la exposición al mismo hizo imposible la correcta calcificación de sus huevos. Éstos se rompían fácilmente y acababan matando al embrión.

Los humanos, como los dinosaurios y todos los animales de grandes esqueletos, hemos evolucionado dependientes de la energía solar para desarrollar nuestros huesos y hacer posibles acciones biológicas necesarias para nuestro metabolismo. Hoy en día, podemos tomar el ejemplo de las iguanas. Miles de ellas son importadas cada año a Europa y EEUU, y la mayoría acaban mostrando signos de debilidad muscular y maldesarrollo óseo bastante pronto. El Dr Michael Holick y el Dr Gary Ferguson demostraron que los animales deficientes en vitamina D emplean mayor tiempo de exposición solar cuando ésta les es permitida o viven en un régimen de relativa libertad. Los reptiles en cautividad suelen padecer de raquitismo y de osteoporisis en la edad avanzada. Entre la extinción de los dinosaurios hace 65 millones de años y la aparición del ser humano tal como lo conocemos hace entre 100.000 y 200.000 años hay un gigantesco espacio de tiempo. Pero, ¿cómo llegamos los seres humanos a aparecer sobre la Tierra y, lo que es más, a descollar de esa manera en el ciclo de la vida? Ya he hablado de la teoría evolutiva del Omega 3. Pero, ¿acaso el Sol no fue también un factor determinante para tales eventos? Creo firmemente que sí, y seguro que acabarás conviniendo conmigo. La adoración y deificación del Sol por múltiples culturas ancestrales en realidad escondía una fuerte verdad científica. En comparación con la larga historia de la vitamina D sobre la vida y los procesos biológicos, los seres humanos somos muy jóvenes.