Por qué los pacientes con melanoma tienen más probabilidad de sufrir otro cáncer

El melanoma, que es un tipo de cáncer de piel, es una enfermedad sobre la que, por suerte, estamos más concienciados que antes y, cifras de incidencia aparte, cada vez se diagnostica más al menos en tanto existe una creciente conciencia a la hora de someterse a exámenes médicos pertinentes. Un estudio publicado en 2010 en Archives of Dermatology ("Increased Risk of Second Primary Cancers After a Diagnosis of Melanoma") llama la atención sobre el hecho de que los pacientes diagnosticados con melanoma tienen un significativo riesgo de sufrir otro cáncer como de colon o pecho comparados con el resto de la población. A primera vista podría parecer extraño, o carente de explicación, esta cuestión. Bien mirado, creo que podemos deducir un motivo fundamental, y espero que mis más ávidos lectores hayan caído en ello desde el comienzo. ¿Qué es lo que hace una persona a la que se le ha diagnosticado melanoma? Usar una muy elevada protección solar a la vez que evita toda exposición a las radiaciones solares. Por tanto, sería esperable encontrar niveles bajos de vitamina D en los pacientes con melanoma.

Como hace no mucho comentaba con el Dr Ricardo Ruiz en su blog, es cierto que existe una corriente pujante en medicina que alerta sobre los perjuicios de la evitación de la exposición solar. Y creo que merece una consideración este punto de vista. Ojeando la literatura científica al respecto, por ejemplo un estudio de 2008 publicado en el Proceedings of the National Academy of Sciences ("Addressing the health benefits and risks, involving vitamin D or skin cancer, of increased sun exposure") venía a establecer según su autor que si los noruegos duplicaran su exposición solar tendrían un riesgo 300 veces superior de muerte por melanoma, pero 3000 veces inferior de muerte por el resto de cánceres. Es más que posible que la vitamina D haya sido un factor 'perturbador' o generador de paradojas en algunos estudios. Por ejemplo, algunos han encontrado que la exposición solar o a camas de rayos ultravioleta incluso reducirían -sí, reducirían- el riesgo de melanoma (este estudio del European Journal of Cancer de 2005 lo mostraba con camas de sol, este otro de Melanoma Research de 1998 concluía que la exposición solar sin quemadura protegería del melanoma). Lo que parece poco discutible a estas alturas es que los rayos UVA son capaces de producir melanoma; son los UVB, que en contraste son capaces de quemar, los que producen vitamina D. Y esto ha conducido ya a algunos médicos a una terapia que podría parecer absurda, pero no lo es tanto: aconsejar exposición a rayos UVB para tratar el melanoma. También los UVA producen fotoenvejecimiento. El fototipo de piel podría ser un factor condicionante del desarrollo de melanoma superior a la exposición solar en sí misma como factor aislado como han mostrado otros estudios. La prudencia en la exposición solar siempre es buen consejero. Por suerte, para los que están preocupados por ejemplo por el fotoenvejecimiento y limitan ampliamente la exposición solar sin protección, existen los suplementos de vitamina D3. Su riesgo de producir melanoma es 0%.