Coenzima Q10 y envejecimiento (II)

Una de las teorías principales del envejecimiento trata del hecho de la reducción de producción de energía con la edad en nuestras mitocondrias (son las fábricas de la energía en las células). Entre los muchos nutrientes que juegan un papel bioquímico positivo sobre esta capacidad mitocondrial, la coenzima Q10 tiene un papel privilegiado. Recordemos simplemente cuando hablé de las propiedades reenergizantes del Q10 en el músculo del corazón. En el estudio del envejecimiento, un buen modelo animal son los ratones, donde el espacio temporal para observar el envejecimiento así como la eficacia de diversas estrategias frente a éste es bastante reducido, es decir, los ratones envejecen de ordinario con rapidez. En 2006 se publicó en la revista especializada en el envejecimiento Experimental Gerontology un estudio en ratones donde se testó el Q10 tanto en sus formas ubiquinona y ubiquinol frente a un tercer grupo de control ("Reduced coenzyme Q10 supplementation decelerates senescence in SAMP1 mice"). El envejecimiento de los ratones en los tres grupos se midió siguiendo un baremo establecido por el Council for Senescence Accelerated Mouse Research.

A los tres meses se observó cómo los grupos que recibían Q10 tenían un envejecimiento más lento. A los nueves meses, según el baremo señalado el grupo de control que no recibía Q10 alcanzó una cifra de envejecimiento de 10 puntos frente a sólo 5'5 puntos en los grupos del Q10, por tanto un 45% menos de envejecimiento. La esperada mejora superior en el grupo Q10 ubiquinol frente al Q10 ubiquinona se hizo visible en el décimo mes del ensayo. En dicho mes el grupo de control alcanzó una cifra de 12 en el envejecimiento, un 9'9 en el grupo del Q10 ubiquinona y sólo 5'9 en el grupo Q10 ubiquinol. Por tanto, en el décimo mes el grupo del ubiquinol había envejecido un 51% menos que el grupo de control pero también un 45% menos que el grupo Q10 ubiquinona.

Las divergencias fueron tan patentes a los 12 meses que los investigadores decidieron plasmarlo en fotografías como podemos ver. Mientras el ratón que había estado recibiendo ubiquinol parecía joven y perfectamente sano, el que recibía ubiquinona sufría problemas degenerativos, mientras que el que no consumió ninguna forma de Q10 estaba más que deteriorado, casi moribundo en comparación. Los que recibieron ubiquinol vieron aparecer los cambios degenerativos inherentes al envejecimiento no sólo más tarde sino con menor severidad. Por ello, conocidas las propiedades del Q10 sobre las mitocondrias para generar energía, la conclusión de que ésta parece ser efectiva para reducir la fatiga crónica resulta evidente.