La cruzada contra los denostadores de los carbohidratos no cesa

El Dr James Carlson es autor del libro "Genocide: How your doctor´s dietary ignorance will kill you!" (que se traduciría por "Genocidio: Cómo la ignorancia nutricional de tu médico te matará"). En este libro se desafían las creencias habituales de los médicos en nutrición, y muestra cómo las dietas bajas en grasas y altas en carbohidratos son un peligro muy real para la salud. Por el contrario, el Dr Carlson enseña a comer a diario proteína en todas las comidas y fuentes de grasa y colesterol mientras reducimos los carbohidratos para combatir la obesidad, la diabetes, el síndrome de ovarios poliquísticos..etc Que este tipo de mensajes siguen sonando incómodos, molestos y que, además, son miles los intereses centrados en silenciarlos para poder perpetuar innumerables mitos nutricionales no puede, aún hoy en día, negarse. El propio Dr Carlson lo ha experimentado en carnes propias cuando el gigante Google ha decidido bloquear su cuenta como anunciante dentro del programa Google Adsense, por el que ves los anuncios en páginas de Google, incluidos los blogspot.com como éste que incluyen anuncios. La razón que da Google -tal como el Dr Carlson ha publicado en su blog- para eliminar la posibilidad de que un médico divulgue los peligros de eliminar las grasas y el colesterol de la dieta a costa de aumentar los carbohidratos es que esto supone "un riesgo significativo para nuestros anunciantes". Los que defendemos una dieta restringida en carbohidratos ¿qué somos, terroristas? El único riesgo en todo esto es la actitud de Google por anteponer unos oscuros intereses -que Dios sabe cuáles son en este caso, aunque es indudable que existir existen- a la igualdad de condiciones para sus anunciantes. El comunismo, el nazifascismo, el apartheid de Sudáfrica o el integrismo islámico han segregado, marginado y en ocasiones en lo posible eliminado a mujeres, judios, negros, homosexuales... ¿Seremos los seguidores de la nutrición restringida en carbohidratos la nueva minoría que acallar? Todo parece que sí, y todo esto es más grave de lo que a simple vista podría parecer. Pero espero que ya lo sepas, los defensores de las grasas y enemigos de los carbohidratos somos la causa principal de la obesidad en el mundo. Qué digo principal, ¡la causa única! Además provocamos ataques cardíacos por recomendar consumir grasa, cáncer por decir que los productos animales no tienen por qué ser insanos y aportan múltiples nutrientes esenciales cuando el ganado es criado al modo tradicional y destruimos los sistemas de salud por no cejar en nuestro empeño en decir que los cereales no son maná caído del cielo. El genocidio informativo empezó hace tiempo, gracias al inolvidable Ancel Keys en los 50 y su deseo de convertirnos en devoradores industriales de carbohidratos sin un gramo de grasa. Y dicho genocidio parece que no cesa a pesar de la creciente popularidad de nuestros postulados y las dietas paleolíticas y antiinflamatorias. Y esto no gusta, no gusta nada a muchos. Somos vistos como una amenaza, los nuevos herejes que llevar a la hoguera. Si no vemos esto, no seremos conscientes de la importancia de esta causa. Siempre me he considerado y me considero un acérrimo defensor de la libertad, la libertad individual. Y todo esto se resume en un asunto de salvaguarda de la libertad. Y del necesario triunfo de la verdad. Pues, como afirma un pasaje bíblico: la verdad nos hará libres.