Sé más inteligente que el Sol

Si sólo pudieras hacer una cosa por tu piel, protégela del Sol. No puedo ser más claro. Por eso, ninguna precaución frente a la exposición solar es excesiva. Aunque es cierto que cada vez estamos más concienciados de los perjuicios de tomar el Sol tanto sin la protección cosmética adecuada como sin unos hábitos y prácticas correctos, aún hay en este terreno hechos que se les siguen escapando a la gran mayoría. Sobre todo me quiero referir a dos concretos:

- "¿Protección solar un día nublado?"
Esta pregunta retórica se la continúan haciendo muchas personas para, por desgracia, concluir que no es necesaria la protección solar un día cubierto de nubes, sobre todo esos días en que el nublado del cielo es particularmente denso. Craso error. La intensidad de la radiación UVB tiene una alta variabilidad en función de factores como la estación del año, la hora del día o el tiempo. Esto se traduce por que un cielo cubierto de nubes protege en parte de la radiación UVB, por esto es más improbable -aunque no imposible- quemarse un día nublado. Pero esto sólo se refiere a los UVB. Los rayos UVA, que son aún más perjudiciales y los principales responsables del cáncer y el fotoenvejecimiento puesto que su penetración en la piel es más profunda, son otra historia. Y es que por muy nublado que esté el cielo, acaban alcanzando la superficie terrestre no menos de un 90% de rayos UVA en comparación con el mismo día totalmente despejado a esa hora. Como he explicado otras veces, es incorrecto y falso pensar que no dañas tu piel por el hecho de no desarrollar quemaduras (radiación UVB), y vista en retrospectiva la historia de la fotoprotección es lamentable que tanto la industria cosmética como la comunidad dermatológica eludiera esta realidad esencialmente hasta hace unos 20 años. Así que aunque el día esté nublado debes usar una adecuada protección solar. Todo el año.

- "No me expongo al sol"
Otra idea común. Cuántas, cuantísimas personas sólo se acuerdan de que existen los protectores solares el día antes de irse a la playa. Muchas veces, cuando paso por unos grandes almacenes o hipermercado al acercarse la época estival y veo personas en los lineales de los protectores solares pienso cuántas de ellas es la primera vez que van a comprar un fotoprotector desde que hicieron el mismo gesto el año anterior por esas mismas fechas. En parte, podemos relacionar los comportamientos erróneos con la consideración anterior sobre los rayos UVA y los días nublados o con poco Sol. Además, subyacen aquí otras ideas equivocadas. Muchas personas que no emplean horas de exposición al Sol asumen que los riegos de la radiación ultravioleta no son aplicables a ellas. Pero esto no es cierto. No menos de un 80% de la radiación UV que recibimos proviene de exposiciones breves y frecuentes no sólo en la cara, sino también en el cuello y las manos (y en la cabeza quienes tengan poco cabello). Incluso podemos encontrar personas bastantes diligentes en el cuidado de la piel pero que acaban delatadas por unas manos (y/o cuello) con manchas. Es importante usar fotoprotector por las mañanas en el dorso de las manos (puede ser una crema de manos con protección UVA/UVB o, por supuesto, cualquier loción o crema que la incluya), y no quedarse en el rostro sino llegar hasta la parte del cuello no cubierta por ropa.

El Sol es muy inteligente y está al acecho para dañar tu piel. Así que tienes que ser más iteligente que él.

- Dr. David J. Golderberg, "Secrets of Great Skin", 2004, Ed. Innova, cap. 3
- "Quantitive assessment of cumulative damage from repetitive exposures to suberythemogenic doses of UVA in human skin", Photochemistry and Photobiology, 1995