Cúrcuma, resveratrol y NF-kB

Una dieta ideal no sólo debe incluir abundante fruta y verdura, grasas saludables o proteína adecuada. También debe estar acompañada de especias, la mayoría de las cuales son un regalo de naturaleza en forma de fitoquímicos antiinflamatorios y antioxidantes altamente concentrados. Una de las especias que sobresale es la cúrcuma. En un estudio publicado en Journal of Nutrition de mayo de 2009 realizado en ratones, se concluyó que la cúrcuma tiene un importante valor a la hora de impedir el crecimiento del tejido graso o adiposo. El grupo que consumió cúrcuma tuvo niveles en sangre más bajos de triglicéridos, azúcar, colesterol y menor incidencia de hígado graso (como he señalado en alguna ocasión, posiblemente la epidemia que viene). Pero los beneficios comprobados de la cúrcuma son muchos más. En un estudio de julio de 2009 del Journal Nutrition and Cancer se testó la actividad de la cúrcuma sobre células de cáncer de colon incubadas. Aún más interesante es que se hizo lo mismo con otro compuesto de múltiples propiedades -entre ellas, uno de los nutrientes estrella de la longevidad-, el resveratrol. Mientras la cúrcuma o el resveratrol solos mostraron una reducción del crecimiento tumoral de entre un 15 y un 30%, la combinación de cúrcuma y resveratrol mostró una reducción del 40%. Posteriormente corroboraron datos similares cuando el experimento se llevó a cabo en ratones con cáncer de colon.

Particularmente reseñable es el hecho de que los autores del estudio explicaron los resultados por la reducción del factor de transcripción NF-kB (también llamado Kappa B). Y es que se sabe que particularmente el ácido alfa lipoico inhibe con bastante eficacia dicho factor de transcripción (International immunopharmacology, 2008; Lester Packer, Hans J. Tritschler, Peter Rosen "Antioxidants in diabetes management", 2000), así como por ejemplo el Omega 3 (Molecular Interv., 2002). El factor NF-kB, que se encuentra en el citoplasma de las células, puede ser activado por radicales libres o por citoquinas proinflamatorias. En esto volvemos al círculo vicioso, del he que hablado, de oxidación e inflamación. Como puedes comprender es de gran valor una dieta antiinflamatoria para combatir la nada aconsejable activación de este factor de transcripción NF-kB; de hecho, un descontrol de los niveles de azúcar-insulina promueve la activación del mismo (Diabetes Care, 1998). Hablando de cáncer, podemos encontrar más de 1000 artículos y estudios publicados en diversas revistas científicas que conectan los niveles elevados de NF-kB con algún tipo de cáncer.