La resistencia a la leptina y la conexión inflamatoria

Hace poco me refería a la importancia de la leptina como hormona para regular procesos metabólicos en el organismo. En concreto, hablaba de la supuesta paradoja de que mientras la leptina -segregada por las células grasas- inhibe el apetito gracias a las señales que emite hasta la región del hipotálamo en el cerebro y favorece el acceso a la grasa corporal como fuente energética, ésta se encuentra en niveles elevados en las personas obesas. Por tanto, difícilmente pueden considerarse las inyecciones de leptina como una estrategia exitosa en la lucha contra el sobrepeso. Los investigadores, al comprobar en los '90 los elevados niveles de esta hormona en obesos, hipotetizaron que podría darse lo que se denomina resistencia a la leptina. (1) De modo análogo a lo que sucede en la resistencia a la insulina, el cuerpo en este caso segregaría tanta leptina que el cuerpo acabaría 'inmunizándose' contra ella. Durante una década entera los investigadores y médicos no acababan de poder explicar el proceso bioquímico por el cual el cuerpo llegaba a la resistencia a la leptina. En dicha década lo único que consiguieron descubrir fue que a pesar de un estado de resistencia a la leptina, las neuronas en el cerebro sí siguen reconociendola ya que éstas respondían a la misma si se inyectaba leptina directamente en el cerebro. (2) Nadie puede presentar las inyecciones en la masa cerebral como una terapia viable. Fue en 2006, justo diez años después de las primera teorización de la resistencia a la leptina, cuando un grupo de investigadores del Departamento de Biología Celular y Fisiología de la Universidad de Pittsburgh consiguió descifrar el mecanismo por el que las personas con sobrepeso, pese a segregar bastante leptina, no la reconocen correctamente. Por fin identificaron al responsable bioquímico principal de la resistencia a la leptina: la Proteína C Reactiva (CRP) (3) La Proteína C Reactiva, uno de los principales marcadores de la llamada inflamación silenciosa, se sabe ahora que bloquea a los receptores de la leptina. ¿Y qué reduce los niveles de Proteína C Reactiva y combate la resistencia a la leptina? La solución más lógica es seguir cuanto sea posible una dieta antiinflamatoria. Adicionalmente, el más importante paso que puedes dar es suplementar tu dieta con ácidos grasos omega 3 de cadena larga. Es suficientemente conocido por la comunidad médica (4) que el aceite de pescado reduce los niveles de CRP. Reduciendo los niveles de esta proteína, no sólo favorecerás el mantener un peso saludable, sino que estarás combatiendo uno de los principales marcadores de la enfermedad cardiovascular. Procura que tus niveles de CRP -incluidos actualmente en la mayoría de analíticas ordinarias- se mantengan idealmente por debajo del valor de 0,7. Cuanto más te alejes de la dieta antiinflamatoria, el desequilibrio hormonal más se pronunciará. No hace falta que me creas a mí, tus análisis te lo dirán alto y claro.

(1).- "Regulation of energy balance by leptin" Exp Clin Endocrinol Diabetes. 1996;104(4):293-300.

(2).- "Central leptin gene therapy fails to overcome leptin resistance associated with diet-induced obesity" Am J Physiol Regul Integr Comp Physiol. 2003 Nov;285(5):R1011-20.

(3).- "Induction of leptin resistance through direct interaction of C-reactive protein with leptin" Nat Med. 2006 Apr;12(4):425-32.

(4).- "Dietary long-chain n–3 fatty acids of marine origin and serum C-reactive protein concentrations are associated in a population with a diet rich in marine products" Am J Clin Nutr, 2006;84(1):223-229.

- "Total n-3 polyunsaturated fatty acid intake is inversely associated with serum C-reactive protein in young Japanese women" Nutr Res 2008; 28(5):309-14.