Oxidación e inflamación, un círculo vicioso
La teoría de la oxidación, o de los radicales libres, es tan antigua como conocida. Data de los años '50 y fue propuesta por el doctor Denham Harman. Un radical libre es un átomo de oxígeno que sólo tiene 7 electrones en su órbita más externa (necesita 8) y empieza a robárselo a alguna de las moléculas que encuentra, que a su vez empiezan a buscar otro electrón que robar a otras...y así sucesivamente en una reacción en cadena creando un daño celular continuo. Los antioxidantes funcionan deshaciendo este proceso al oxidarse ellos mismos. Nuestro cuerpo puede fabricar por sí mismo ciertos antioxidantes (llamados endógenos), pero la mayoría deben aportarse con la dieta (llamados exógenos). En cualquier caso ten en cuenta que un mínimo de radicales libres es necesario para generar energía celular, pero si se desmanda su proporción entras en problemas. Pero los radicales libres solamente existen durante nanosegundos infligiendo un daño celular relativo en comparación con lo que viene después. En realidad los radicales libres inician un proceso de inflamación en cascada que dura horas e incluso días. Aquí los daños son más serios y pueden continuar en el tiempo si no haces nada por desconectar el proceso. En este sentido podemos ver que los antioxidantes juegan un importante rol anti-inflamatorio en tanto inhiben uno de los posibles inicios del nefasto proceso inflamatorio. Esto, con el tiempo, deriva en enfermedades como cardiopatías, cáncer, alzheimer y un sinfín de dolencias crónicas, pero también se manifiesta en daños más externos como una piel más fina, líneas de expresión y arrugas, pérdida de tono muscular..etc
Eventos externos como la exposición solar, el tabaco, el uso de ingredientes irritantes sobre la piel, el estrés físico o mental, alimentan el fuego de la llama inflamatoria, y el resultado es el mismo. Los radicales libres generan agentes químicos proinflamatorios desencadenando una inflamación silenciosa de largo recorrido. Por si fuera poco, la inflamación en sí misma también potencia la generación de radicales libres, por lo que entramos en un círculo vicioso. Inclusive los antioxidantes ingeridos pueden desempeñar funciones no deseadas si se combinan con una dieta rica en alimentos inflamatorios, por ejemplo una alimentación con suplementos vitamínicos pero alta en proinflamatorias grasas vegetales omega 6 (como aceite de soja o girasol). Por ello la solución reside en combinar una dieta antioxidante con una dieta antiinflamatoria a la vez. Y en ambos escenarios, la oxidación y la inflamación, el equilibrio es esencial: necesitamos un umbral mínimo de inflamación (para que el sistema inmunitario actúe) y de radicales libres (para generar energía celular), pero un exceso de radicales libres o de agentes inflamatorios acelera al envejecimiento y la enfermedad. La clave es alcanzar y mantenernos a través de la dieta en una adecuada Zona anti-inflamación y anti-oxidación. Como quizás has deducido, se trata de la misma dieta, la Dieta de la Zona, en la que:
- (Antioxidación) Los carbohidratos ricos en antioxidantes (frutas y verduras de colores vivos, lo que indican su riqueza en fitoquímicos) desplazan a los carbohidratos pobres (pan, arroz, pasta, patata). Simultáneamente al reducir la ingesta calórica (sin comprometer los nutrientes esenciales) se reduce la producción de radicales libres; y en la que..
- (Anti-inflamación) Se desechan las grasas proinflamatorias (aceites vegetales ricos en omega 6 y grasas saturadas) por no inflamatorias (aceite de oliva virgen, rico también en antioxidantes) y antiinflamatorias (aceite de pescado destilado). Simultáneamente al controlar la hormona insulina (porque consumes menos carbohidratos glucémicos) en la Dieta de la Zona, inhibes la producción de hormonas proinflamatorias.
Éste debe ser el objetivo de cualquier ambicioso programa antienvejecimiento.
Eventos externos como la exposición solar, el tabaco, el uso de ingredientes irritantes sobre la piel, el estrés físico o mental, alimentan el fuego de la llama inflamatoria, y el resultado es el mismo. Los radicales libres generan agentes químicos proinflamatorios desencadenando una inflamación silenciosa de largo recorrido. Por si fuera poco, la inflamación en sí misma también potencia la generación de radicales libres, por lo que entramos en un círculo vicioso. Inclusive los antioxidantes ingeridos pueden desempeñar funciones no deseadas si se combinan con una dieta rica en alimentos inflamatorios, por ejemplo una alimentación con suplementos vitamínicos pero alta en proinflamatorias grasas vegetales omega 6 (como aceite de soja o girasol). Por ello la solución reside en combinar una dieta antioxidante con una dieta antiinflamatoria a la vez. Y en ambos escenarios, la oxidación y la inflamación, el equilibrio es esencial: necesitamos un umbral mínimo de inflamación (para que el sistema inmunitario actúe) y de radicales libres (para generar energía celular), pero un exceso de radicales libres o de agentes inflamatorios acelera al envejecimiento y la enfermedad. La clave es alcanzar y mantenernos a través de la dieta en una adecuada Zona anti-inflamación y anti-oxidación. Como quizás has deducido, se trata de la misma dieta, la Dieta de la Zona, en la que:
- (Antioxidación) Los carbohidratos ricos en antioxidantes (frutas y verduras de colores vivos, lo que indican su riqueza en fitoquímicos) desplazan a los carbohidratos pobres (pan, arroz, pasta, patata). Simultáneamente al reducir la ingesta calórica (sin comprometer los nutrientes esenciales) se reduce la producción de radicales libres; y en la que..
- (Anti-inflamación) Se desechan las grasas proinflamatorias (aceites vegetales ricos en omega 6 y grasas saturadas) por no inflamatorias (aceite de oliva virgen, rico también en antioxidantes) y antiinflamatorias (aceite de pescado destilado). Simultáneamente al controlar la hormona insulina (porque consumes menos carbohidratos glucémicos) en la Dieta de la Zona, inhibes la producción de hormonas proinflamatorias.
Éste debe ser el objetivo de cualquier ambicioso programa antienvejecimiento.
hola David:
ResponderEliminarestoy tomando Omega 3 de Enerzona, y querría saber que suplementos se tienen que tomar para complementarlo.
enhorabuena por el blog, es muy bueno
Un saludo
para que los desconocemos la dieta de la zona y despues de leerte, cual sería una dieta tipo, la verdad es que resulta algo complicada de seguir a primera vista
ResponderEliminarmuchas gracias
He leido todo lo que dices,pero al igual que pmg65 y anónimo,estoy un poco perdida...
ResponderEliminarGracias por todo
Hola. Pmg.65, en tanto el Omega 3 es antiinflamatorio y graso, el siguiente suplemento en que pensaría sería un antioxidante soluble en grasa, como la coenzima Q10 o el ácido alfa lipoico (éste es soluble en agua y grasa).
ResponderEliminarSobre lo demás, me refiero a considerar simplemente los principios generales de la Zona, no es necesario seguirla de un modo muy estricto para notar mejoras en la calidad de vida. Se trata de tener en cuenta comer adecuada proteína en cada comida, carbohidratos poco glucémicos (frutas legumbres y verduras; y apenas pan arroz pasta trigo..), y grasas saludables como aceite de oliva virgen.
Tengo pensando hacer series especiales de artículos de nutrición donde explicar mejor la dieta antiinflamatoria, sus bases científicas..etc
gracias David.
ResponderEliminarSolo Q10 ?, pensaba que B.Sears recomendaba que si tomas Omega 3, tomaras tambien otros suplementos, pero no se cuales.
Por cierto en que página compras tu los suplementos y el omega ?
Pues Barry Sears no es muy prolífico en recomendar otros suplementos, aunque la Q10 es de los primeros de los que empezó a hablar favorablemente. Aparte del aceite de pescado, Sears es muy partidario del consumo de polifenoles, que puede consumirse en distintos tipos de suplementos (hay muchos tipos y fuentes de polifenoles) o en frutas y verduras, ya que los polifenoles son los responsables de los colores vivos de las mismas. El té verde y blanco, el cacao, múltiples especias, el vino tinto.. son fuentes de polifenoles. Los suplementos los compro básicamente en Ebay o en www.vitaminlife.com
ResponderEliminarHola David, soy MJLG, (MARIA JOSE).
ResponderEliminarQuería hacerte una pregunta que no sé si me sabrás contestar.
Como sé que tú te has leído todos los libros de Sears y entiendes bastante sobre todas sus teorias , quería preguntarte si sabes que opina él sobre la Terapia Hormonal sustitutiva que se da a las mujeres al comenzar la menopausia. Es que yo soy reacia a tomar hormonas ,ya que tengo un antecedente de cancer de mama y de enfermedad cardiovascular.
Mi ginecologo insiste en que debería tomarla para evitar la osteoporosis, aunque dice que como practico mucho ejercicio eso ayuda bastante a prevenirla. A él no le he dicho que sigo la dieta de la zona porque "paso" de tener que explicarle "de que va", ya que España no es Estados Unido y aqui la conoce poca gente.
Yo me encuentro muy bien y no me siento en la necesidad de tomar hormonas para paliar ningun sintoma. Además le tengo verdadera mania a tomar hormonas que hay quien dice que a algunas personas les producen vello indeseable, hinchazón, migrañas, cambios de humor etc.
saludos
Hola María José. En cuanto a lo que preguntas, el Dr Sears sí habla de la sustitución hormonal en mujeres, exactamente de estrógenos. La conclusión final es que las mujeres menopáusicas tienen problemas al reducirse su estrógeno porque este hecho aumenta su insulina en sangre. También un exceso de estrógeno administrado aumentaría tu insulinorresistencia y por tanto tu insulina en sangre. Además, esta sustitución hormonal va acompañada de progesterona, que en cualquier dosis tiende a aumentar tu insulinorresistencia.
ResponderEliminarEn definitiva, resulta complicado ir modulando estrógeno y progesterona entre sí para no empeorar la insulina y por tanto la salud. Según Sears, seguir la Zona junto con el aceite de pescado es una alternativa sin efectos secundarios adversos a la sustitución hormonal. No obstante, Sears deja abierta la posibilidad, una vez seguida la Zona, de ingerir la dosis más baja posible de estrógeno y progesterona, de origen natural y por supuesto con seguimiento médico. Es decir, primero el estilo alimentario y si acaso muy secundariamente y en dosis mínimas con un médico administración de hormonas naturales. Espero que te haya respondido.
Gracias por la rapidez de tu contestación.
ResponderEliminarYa te digo, sino es extrictamente necesario ya le he dicho a mi medico que prefiero no tomar hormonas. Ahora me he hecho unos analisis y me dijo que despues ya hablaríamos y yo ya decidiría. Si con la dieta se puede funcionar sin necesidad de hormonas mejor. Mi madre no tomó hormonas y le fué bastante bien.
saludos