Por qué seguir una Dieta Anti-Inflamatoria

La inflamación, en principio, es un mecanismo por el cual nuestro cuerpo nos defiende de agentes como microbios, virus, bacterias... La respuesta inflamatoria permite que entren en escena mecanismos de defensa. En este caso la inflamación está asociada a lo que clásicamente entendemos: dolor, calor y rubor. Los problemas empiezan cuando la inflamación no se desconecta, y lo que es peor, no va asociada a ningún dolor y ni siquiera tu cuerpo la detecta para combatirla: es la inflamación silenciosa. La inflamación clásica te duele pero en parte te ayuda; la inflamación silenciosa te va destruyendo lentamente. ¿Por qué es negativo tener niveles crónicamente altos de inflamación?

- Las sustancias inflamatorias matan células cerebrales: el alzheimer se caracteriza por la presencia de placas en el cerebro, y la medicina se ha centrado durante tiempo en prevenir la formación de las mismas. También se caracteriza por un elevado nivel de inflamación cerebral, de acuerdo a lo cual el neurólogo David Perlmutter ha definido esta enfermedad como 'el cerebro en llamas'. Ahora sabemos que esta inflamación se debe a las placas, por lo que el daño real se explica no por las placas mismas, sino por la inflamación.

- Las sustancias inflamatorias densifican la sangre: el síndrome de la sangre que coagula con facilidad impide su correcta circulación, resultando en angina de pecho, dolor muscular, debilidad y fatiga.

- La inflamación causa rotura de las placas arteriales: En el caso de la enfermedad cardiovascular, el investigador Paul Ridker, de Harvard, cree que la inflamación juega un rol mortal en la desestabilización de las placas arteriales, lo que causa los infartos y ataques cardíacos.

- La inflamación crea radicales libres u oxidación: La respuesta inflamatoria crea un tremendo número de radicales libres. La inflamación silenciosa puede agotar las reservas antioxidantes de tu cuerpo.

- Las enzimas inflamatorias favorecen el crecimiento de tumores cancerígenos: Las células cancerosas están programadas para producir grandes cantidades de la enzima pro-inflamatoria COX-2. Los niveles de enzima COX-2 en el tejido canceroso puede ser 60 veces superior a la del tejido sano. Las células usan esta enzima como aliciente para la rápida división celular del tejido canceroso.

- La inflamación deteriora el aspecto de tu piel: Por un lado la inflamación reduce o entorpece el riego sanguíneo, por lo que llegan mucho peor los nutrientes a tu epidermis. Asimismo, los productos inflamatorios reducen la producción de citoquinas del cabello y de elastina y colágeno para la piel.

Todas las células de tu cuerpo son capaces de generar sustancias inflamatorias o antiinflamatorias, y tu dieta es capaz de inclinar el balance hacia uno u otro lado. El doctor Philip Lee Miller, director de Los Gatos Longevity Institute, en Estados Unidos, cree que una dieta antiinflamatoria debe ser:

- Adecuada en proteína baja en grasa saturada como ternera magra, pollo, pavo, claras de huevo, queso bajo en grasa y pescados.

- Moderada en carbohidratos: baja en carbohidratos glucémicos pero alta en fruta y verdura.

- Con un aporte suficiente de grasas saludables como aceite de oliva virgen y frutos secos.

Esto es lo que comúnmente se conoce como Dieta de la Zona. Aparte, la naturaleza nos provee de importantes sustancias antiinflamatorias como los ácidos grasos Omega 3, la cúrcuma o el jengibre (el curry es una combinación de los dos últimos). Para una mejor comprensión de la dieta antiinflamatoria para una salud óptima, recomiendo el libro 'La Inflamación Silenciosa', del Dr Barry Sears.